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Aparato Locomotor

GENERALIDADES DEL APARATO LOCOMOTOR.
Se denomina aparato locomotor al conjunto de órganos que realizan la función fundamental de la mecánica animal, la que incluye el desplazamiento del organismo y sus partes en el espacio y el mantenimiento de su equilibrio estático y dinámico.
El aparato locomotor constituye una unidad bien definida desde el punto de vista ontogénico, anatómico y funcional.
La unidad ontogénica está dada por su origen común a partir del mesodermo;
La unidad anatómica por su constitución como un conjunto de huesos unidos por articulaciones y movidos por músculos formando un sistema, el Sistema Osteomioarticular.
 La unidad funcional por la participación de todos sus órganos en la mecánica animal como función esencial. 
El aparato locomotor está sometido a la influencia de factores, tanto internos como externos.
Entre los internos se destaca la influencia de los sistemas endocrino y nervioso, que regulan las funciones tróficas o de nutrición, así como los estímulos para el crecimiento y el desarrollo del organismo.
Entre los factores externos, el más importante para el hombre es la actividad laboral, la que puede alterar el organismo, ya sea por la adopción de posiciones viciosas o por exceso de actividad en determinados segmentos del cuerpo en detrimento de otros.
Otros factores externos son los ejercicios físicos y la nutrición.
La práctica sistemática de ejercicios físicos  armónicos, para activar de forma homogénea las distintas partes del cuerpo contribuye al mantenimiento de la salud.
División:
El aparato locomotor, de acuerdo con la función mecánica que realiza, se divide en dos partes: una pasiva representada por el esqueleto constituido por la unión de palancas óseas y cartilaginosas mediante articulaciones,  y otra activa compuesta por los músculos que garantizan el desplazamiento de los segmentos corporales y del cuerpo en su conjunto.
Esqueleto:
Siguiendo criterios topográficos y ontogénicos, el esqueleto se divide en una porción central o axil y una lateral o apendicular.
Pertenecen a la porción axil: el cráneo, la columna vertebral y los huesos del tórax, mientras que la porción apendicular está constituida por los huesos de las diferentes partes de los miembros superiores e inferiores.
Hueso como órgano:
Los huesos son los órganos principales del esqueleto, duros y resistentes, que se unen entre sí mediante articulaciones y forman el esqueleto.
Sus funciones son mecánicas y biológicas; las mismas están en estrecha relación con las funciones generales del esqueleto.
Entre las funciones mecánicas pueden señalarse su participación como palancas donde se insertan los músculos para la producción de los movimientos articulares y en la forma y sostén de diferentes partes blandas.
Algunos huesos además participan en la función de protección formando  cavidades  como la craneal, la torácica, pelviana y el canal vertebral.
Entre las funciones  biológicas, los huesos   sirven de depósito de sales de fósforo y calcio, que intercambian constantemente con el resto del organismo a través de la sangre. Esto asegura una importante participación de los huesos en el metabolismo del calcio y fosfato y explica el porqué en ciertos estados fisiológicos de mayor demanda de minerales se debe ser cuidadoso en la reposición de elementos como las sales de calcio a través de la dieta.
Otra importante función biológica es la participación de los huesos en la formación de células sanguíneas o hemopoyesis.
Además los huesos participan decisivamente en el crecimiento del cuerpo.
TEJIDO ÓSEO
El tejido óseo es una variedad especial de tejido conectivo compuesto por células, sustancia intercelular y líquido tisular, su carácter especializado está dado por las características de su sustancia intercelular, llamada también matriz ósea, donde se destaca la presencia de sales de calcio que le confiere dureza  y resistencia para desempeñar las funciones al hueso.
ü  Células
El tejido óseo se caracteriza por presentar tres tipos celulares, los osteoblastos, osteocitos y osteoclastos; los primeros considerados como células transitorias, encargadas de la formación de tejido óseo.
Los osteocitos y osteoclastos son células  fijas, bien diferenciadas, responsables del mantenimiento del equilibrio del tejido a través de la síntesis y reabsorción respectivamente.
Hay autores que consideran un cuarto tipo de célula llamada osteoprogenitora que aunque se localiza en el periostio y endostio, la describen en el tejido óseo, esta puede diferenciarse en osteoblasto para sintetizar matriz ósea.
Los osteoblastos son los encargados de la síntesis del componente orgánico de la matriz, o sea, las fibras colágenas tipo I y proteoglucanos. Estas células se encuentran localizadas hacia las superficies del hueso como una capa continua que recuerda las membranas epiteliales. Tienen una forma irregular, que varía dependiendo del grado de actividad, presentan prolongaciones citoplasmáticas las que participan en la formación de las lagunas y canalículos, su núcleo es grande.
En el citoplasma se manifiesta una basofilia intensa al teñirse con hematoxilina y eosina, debido al desarrollo de los componentes encargados de la síntesis de proteínas.
Una vez que los osteoblastos se rodean de matriz recién formada, llamada osteoide, disminuyen su actividad y pasan a llamarse osteocitos.
Al microscopio electrónico el osteocito,  se observa que es fusiforme, con prolongaciones citoplasmáticas más o menos alargadas. El núcleo es ovalado y de cromatina laxa, aunque generalmente, cuando decrece su actividad se encuentra condensada, el citoplasma es escaso y con poco desarrollo de los organitos encargados de la síntesis de matriz. Tiene la función de mantener un equilibrio en la matriz y se localizan en las lagunas óseas.
Los osteoclastos se originan de los monocitos, son móviles de gran tamaño, multinucleados, de citoplasma ligeramente basófilo, el que se hace acidófilo a medida que las células envejecen y en el mismo se destacan abundantes  lisosomas. Se localizan en excavaciones poco profundas, conocidas como lagunas de Howship en estrecha relación con las superficies del hueso donde ocurre su resorción. Se observa la presencia de un borde estriado o en cepillo en la superficie que se pone en contacto con el hueso.
Estas células segregan ácidos orgánicos que garantizan el pH del medio para la descalcificación de la matriz y luego las enzimas  colagenasas e hidrolasas, secretadas por los osteoclastos, degradan las fibras osteocolágenas. Este proceso favorece la remodelación ósea.
Deben profundizar en el estudio de estas células siguiendo el patrón de células secretoras de proteínas para los osteoblastos y osteocitos y fagocítica para los osteoclastos.
ü  Matriz extracelular
El tejido óseo está formado por componentes inorgánicos  y orgánicos.
El componente inorgánico está representado por el agua y las sales minerales (cristales de hidroxiapatita) como el fosfato de calcio, carbonato de calcio, fosfato de magnesio y fluoruro de calcio, mientras que el orgánico también llamada osteína está representado por las fibras osteocolágenas, similares a las fibras colágenas que se encuentran en otras variedades del tejido conjuntivo, estas fibras  se unen entre sí por una sustancia especial de cemento, donde predominan los mucopolisacáridos ácidos, fundamentalmente sulfato de condroitina.
Debido a la composición de la matriz, el hueso combina una gran dureza garantizada por las sales, con un alto grado de plasticidad aportado por el componente orgánico.
Las modificaciones en la proporción de estos componentes, explican las variaciones de las propiedades físicas de los huesos según la edad del individuo. En los niños los huesos tienen mayor proporción de sustancia orgánica, por lo que son más blandos y elásticos y se fracturan raramente; mientras que en los ancianos predomina la sustancia inorgánica y sus huesos son más duros y más frágiles, observándose con mayor frecuencia las fracturas.
La organización y disposición de los componentes del tejido óseo es característica.
En su matriz se destaca la presencia de laminillas óseas que se forman en un proceso en el cual los osteoblastos se distribuyen sobre una superficie donde se sitúan las fibras osteocolágenas y la sustancia intercelular de cemento. Las prolongaciones de estas células se extienden en todas direcciones, quedando incluidas dentro de las capas de sustancia orgánica que ellas mismas han producido.
Simultáneamente, se realiza la mineralización del componente orgánico de la matriz ósea; cuando este proceso progresa las prolongaciones de las células se retraen parcialmente, formando en su trayecto los conductillos óseos, que reciben el nombre de canalículos calcóforos. La presencia de estos conductillos es una característica especial e importante del tejido óseo que garantiza la nutrición y supervivencia de los osteocitos en un medio calcificado.
Debido a esto, las células quedan incluidas en pequeñas cavidades denominadas lagunas óseas y se transforman en osteocitos.
La disposición de las laminillas óseas en formas diferentes da como resultado la organización característica de cada variedad de tejido óseo.
ü  Variedades del tejido óseo
Al observar un corte macroscópico de hueso en cualquier plano, podemos apreciar zonas donde no se manifiestan cavidades visibles, a este tipo de hueso se le llama compacto, mientras que en otras regiones del hueso se ponen de manifiesto cavidades que se comunican entre si, dando lugar a la variedad esponjosa por su apariencia.
Teniendo en cuenta  la organización microscópica de los componentes del tejido óseo, la variedad compacta también se conoce con el nombre de Osteonal, haversiano, lamelar o secundario, mientras que el hueso esponjoso se le llama también trabecular o primario.
El hueso osteonal o haversiano  se localiza en la diáfisis de los huesos largos, en la cortical de las epífisis y en la cortical de todos los huesos cortos y planos, mientras que el trabecular se encuentra en las epífisis de los huesos largos, en los huesos planos de la bóveda craneal, las vértebras, las costillas y el esternón.
ü  Hueso Compacto
En esta variedad de hueso las fibras osteocolágenas  se organizan formando un sistema constituido por:
§  Laminillas circunferenciales externas, localizadas hacia la periferia del hueso en relación con el periostio.
§  Laminillas circunferenciales internas, dispuestas hacia la superficie del conducto medular, en relación con el endostio del hueso.
§  Laminillas concéntricas, que se disponen alrededor de los conductos por los que cursan vasos sanguíneos y filetes nerviosos. Estos conductos se denominan conductos de Havers y junto con las laminillas concéntricas que los rodean forman los sistemas de Havers u Osteonas, las que constituyen las unidades estructurales y funcionales del hueso compacto.
§  Los conductos de Havers siguen un trayecto recto, longitudinal según el eje de la diáfisis y se comunican entre sí por los conductos de Volkman.
§  Los canalículos calcóforos se comunican entre si y a la vez con el conducto de Havers, por lo que hay continuidad de todas las lagunas del sistema con dicho conducto central por donde transcurren los vasos sanguíneos, garantizándose de esta forma la nutrición de los osteocitos.
§  El otro tipo de laminillas son las intersticiales, las que ocupan los espacios que quedan entre los sistemas de Havers, se consideran restos de sistemas de Havers que han sido destruidos parcialmente en el proceso del desarrollo óseo.
ü  Hueso Trabecular
En la matriz del hueso trabecular las laminillas no se disponen en sistemas, sino formando trabéculas en forma de red tridimensional.
Estas trabéculas formadas por un número variable de laminillas óseas adoptan una disposición particular, la cual depende de las funciones mecánicas del hueso.
ü  Crecimiento y nutrición del hueso
Debido a la dureza del tejido óseo es evidente que los osteocitos incluidos en las lagunas óseas no pueden crecer ni multiplicarse, ya que la matriz no puede expandirse desde el interior.
El crecimiento del tejido óseo ocurre por el mecanismo de aposición, el que consiste en la formación o deposición de nuevas laminillas óseas sobre una superficie, a partir de la diferenciación de las células osteógenas localizadas en la capa celular del periostio, vaina de tejido conectivo que recubre la superficie externa del hueso.
Por su parte la nutrición de este tejido es característica, ya que la matriz ósea, es totalmente impermeable debido a su mineralización y por lo tanto es imposible la difusión del líquido tisular a través de ella. La organización estructural del hueso formando los canalículos y la rica vascularización está dirigida en gran medida a posibilitar la nutrición de los osteocitos mediante la circulación del líquido tisular a través de los canalículos calcóforos.


CLASIFICACIÓN DE LOS HUESOS
Aunque podrán encontrar en la literatura que los huesos se clasifican teniendo en cuenta diferentes factores, haremos referencia por su importancia a la clasificación que se refiere a su forma, utilizando para ello la proporción entre sus dimensiones espaciales de  largo, ancho y grosor.
Esta clasificación fue establecida en la época de Galeno y es aún aceptada internacionalmente en su esencia.
Los huesos por su forma pueden ser: largos, cortos, planos, irregulares y neumáticos.
§  Largos, cuando predomina la longitud sobre las demás dimensiones.
§  Cortos, cuando las tres dimensiones están proporcionadas.
§  Planos, cuando hay un predominio del ancho y del largo sobre el grosor.
§  Irregulares, cuando no se evidencia la proporcionalidad entre sus dimensiones y…
§  Neumáticos, cuando el hueso presenta en su interior una cavidad llena de aire.

ü  Huesos largos
Los huesos largos se distinguen porque una de las tres dimensiones, el largo, predomina sobre las otras dos, tienen una forma tubular y presentan tres porciones: el cuerpo o diáfisis, y dos extremos o epífisis.
Por su tamaño pueden ser grandes o pequeños y están situados en regiones de gran movilidad, como la parte libre de los miembros. Ejemplos: Húmero, radio, cúbito, fémur, tibia.
Los huesos largos constan de una porción central denominada diáfisis o cuerpo y dos extremidades más abultadas, las epífisis, donde se localizan superficies articulares cubiertas de cartílago hialino. Las epífisis están formadas por tejido óseo esponjoso que le da mayor ligereza, lo que es de gran importancia dado su gran volumen.
Entre las diáfisis y la epífisis se encuentran las metáfisis. Mientras el organismo está en crecimiento, esta zona es ocupada por unos discos cartilaginosos que permiten el crecimiento del hueso en longitud, denominados discos metaepifisarios.
Las superficies óseas interna y externa, excepto las superficies articulares, están cubiertas por tejido conectivo fibroso formando el endostio y el periostio respectivamente.
La diáfisis de los huesos largos presenta una cavidad ocupada por la médula ósea denominada cavidad medular.
ü  Huesos planos
Los huesos planos se destacan porque dos de sus dimensiones, el largo y el ancho, predominan sobre el grosor, presentando dos caras y un número variable de bordes y ángulos. Pueden ser incurvados, alargados, grandes y pequeños.
Se encuentran situados en la cabeza, el tórax y el cinturón de los miembros, con la función de protección. Ejemplos: parietal, occipital, escápula, coxal.
ü  Huesos cortos
Los huesos cortos se caracterizan porque las tres dimensiones son aproximadamente iguales, presentan una forma más o menos cúbica y por lo general son pequeños. Se encuentran situados en regiones que tienen movimientos muy variados y poco extensos, como los huesos carpianos de la mano y tarsianos en el pie.
ü  Huesos irregulares
Los huesos irregulares presentan formas diferentes que son propias para cada uno según la función que realizan. Se localizan en el esqueleto axil, es decir, en el cráneo y la columna vertebral. Ejemplos: vértebras, esfenoides, etmoides, huesos de la cara.
ü  Huesos neumáticos
Los huesos neumáticos se caracterizan por presentar cavidades en su interior que contienen aire denominadas senos. Tienen formas diversas y están situados en regiones cercanas a las vías aéreas, como la cavidad nasal, sirviendo además de protección a otros órganos. Ejemplos: maxilar, esfenoides, frontal.


OSIFICACIÓN
La osificación se efectúa a través de dos procesos, la osificación intramembranosa y la endocondral.
ü  Osificación intramembranosa
Ocurre en el interior de una membrana, donde las células mesenquimatosas se diferencian en células osteógenas, este tipo de osificación es característica de los huesos planos.
ü  Osificación endocondral
La osificación endocondral, es característica de los huesos largos y cortos, ocurre a partir de un modelo cartilaginoso similar al hueso a formar, este cartílago de tipo hialino sufre modificaciones hasta ser sustituido por hueso.
En los huesos largos, entre la diáfisis y la epífisis, existe una zona llamada disco epifisario o cartílago de crecimiento, que participa activamente en el crecimiento en longitud del hueso.

ANATOMÍA RADIOLÓGICA Y DE SUPERFICIE DE LOS HUESOS
La anatomía de superficie aborda el estudio de los relieves de las estructuras del aparato locomotor, de las eminencias óseas sobre la superficie corporal. Ella permite un examen físico más completo de los pacientes, es necesario tener en cuenta las variaciones que experimentan las estructuras músculo esqueléticas durante el ciclo vital y entre los sexos.
 El estudio imagenológico del organismo humano será profundizado a lo largo de su carrera, pero es necesario que desde ahora comiencen a relacionarse con este método, muy útil como medio diagnóstico de afecciones de las estructuras del esqueleto y para la evaluación del desarrollo óseo.
En las radiografías de partes óseas, pueden apreciarse bandas homogéneas, de tonalidad blanquecina que corresponden a las zonas donde se localiza el tejido  óseo compacto, el que al absorber con mayor intensidad los rayos X producen imágenes de radiopacidad. Las áreas de tonalidad más oscura, o de radiotransparencia traducen una menor absorción de los rayos X lo que les permite  atravesar el tejido e impresionar la placa; característico de estructuras en las que el tejido  es menos denso o presentan cavidades aéreas. Esta tonalidad es también propia  de los tejidos blandos. 
El conocimiento de las características morfofuncionales de los huesos es de gran importancia para el médico, debido a la frecuencia con que los mismos sufren afecciones de diverso tipo y la necesidad de adoptar medidas para su protección.
Una de las causas más frecuentes de lesiones óseas son los traumatismos.

ARTROLOGÍA GENERAL
Rama de la ciencia que estudia las articulaciones o formas de unión entre dos o más partes rígidas del esqueleto.
Las articulaciones son complejos estructurales que unen dos o más componentes rígidos del esqueleto, ya sean huesos o cartílagos.
Entre sus funciones  se encuentran la de constituir puntos de unión del esqueleto y de movimientos mecánicos, proporcionándole elasticidad y plasticidad al cuerpo; además de ser lugares de crecimiento.
CLASIFICACIÓN DE LAS ARTICULACIONES
De acuerdo a las características estructurales de las uniones, se distinguen tres tipos: fibrosas, cartilaginosas y sinoviales.
ü  Articulaciones fibrosas
Las uniones fibrosas se caracterizan porque los huesos se mantienen unidos de forma continua, por medio de tejido fibroso, por lo que carecen de movimiento. En ellas se distinguen cuatro variedades: las sindesmosis, las suturas, las gónfosis y la esquindelesis.
Las articulaciones fibrosas del tipo sindesmosis pueden ser por membranas y por ligamentos.
La sindesmosis por membrana se localizan entre los  huesos del antebrazo y de la pierna, donde reciben la denominación de membrana interósea; y entre los huesos de la calvaria en el recién nacido donde se denominan fontanelas.
Estas últimas son de gran importancia para el desarrollo del cráneo y constituyen punto de gran valor en el examen físico del lactante. Pueden intercambiar con su profesor sobre estos aspectos.
Las sindesmosis por ligamentos se encuentran entre los arcos vertebrales, entre los procesos espinosos, entre los procesos transversos de las vértebras, entre las porciones distales de los huesos de la pierna y en la unión sacroilíaca entre otras localizaciones. Constituyen importantes estructuras protectoras contra movimientos excesivos en la columna vertebral y elementos de refuerzo en las uniones óseas.
Las articulaciones fibrosas  en forma de suturas, son de tres tipos: serratas, escamosas y planas. Como su nombre indica la variedad serrata es aquella en que los bordes que se unen tienen forma de sierra como ocurre en la unión del frontal con los parietales; las escamosas reciben esta denominación cuando sus bordes están cortados a bisel como en la unión del temporal con el parietal; y las planas se distinguen por presentar bordes lisos, como entre los huesos de la cara.
Las articulaciones fibrosas variedades gónfosis y esquindelesis se localizan, las primeras en las uniones de las raíces de los dientes a los alvéolos dentales, y la segunda entre las alas del vómer y el rostro del esfenoides en la base del cráneo.
ü  Articulaciones cartilaginosas

Las articulaciones cartilaginosas se caracterizan porque los huesos se encuentran unidos de forma continua mediante tejido cartilaginoso, teniendo poca movilidad. Se distinguen dos variedades: las sincondrosis y las sínfisis.
Las sincondrosis están constituidas por cartílago hialino y abundan en la etapa de crecimiento como sucede en el hueso coxal, constituido por tres huesos primitivos hasta la adolescencia; en las uniones de las epífisis con las diáfisis en los huesos largos y entre algunos huesos o porciones de los mismos, en la base del cráneo.
Algunas sincondrosis persisten durante toda la vida como la que existe entre la primera costilla y el esternón.
En las articulaciones cartilaginosas de tipo sínfisis, el cartílago presente es fibroso o fibrocartílago, como el que se localiza en la sínfisis púbica de los coxales y entre los cuerpos vertebrales.

ü  Articulaciones sinoviales
Las articulaciones móviles o verdaderas son las sinoviales o diartrosis,  caracterizadas porque la unión entre los huesos se produce mediante una cápsula articular con una pequeña cavidad entre los extremos óseos, que le da el carácter de unión discontinua y garantiza su movilidad. La cápsula está revestida por una membrana sinovial y reforzada por ligamentos que pueden situarse externamente o en el interior de la cavidad articular uniendo los extremos óseos. En el interior de la cavidad articular hay una pequeña cantidad de líquido sinovial que evita el rozamiento entre las caras articulares.
En ocasiones presentan fibrocartílagos, que incrementan los movimientos articulares, también pueden presentar evaginaciones de la membrana sinovial.
Las articulaciones sinoviales se clasifican de acuerdo al número y forma de las caras articulares y a la función o número de ejes de movimiento.


CLASIFICACIÓN DE LAS ARTICULACIONES SINOVIALES
  • Según el número de caras articulares, son simples, cuando tienen dos caras articulares como la del hombro, y compuestas cuando tienen más de dos caras articulares como el codo. Son complejas, cuando presentan un fibrocartílago intrarticular, como la rodilla; y combinadas, cuando están separadas anatómicamente, pero realizan una función conjunta como la temporomandibular.
  • Según la forma de las caras articulares se pueden clasificar en distintas variedades según su semejanza con segmentos de cuerpos geométricos conocidos; así tenemos trocoideas, gínglimos, elipsoideas, condilares, en silla de montar, esféricas y planas.
Las articulaciones trocoideas, son aquellas en que una de las caras articulares tiene la forma de un segmento de cilindro de eje vertical, y la otra forma un anillo ósteofibroso; ejemplo de ellas tenemos la articulación entre la primera y segunda vértebras cervicales, denominada articulación atlantoaxial mediana.
Las gínglimos son también articulaciones cilíndricas en las que una de las caras articulares tiene forma de tróclea o polea, es decir presenta una depresión alargada semejante a un surco; y la otra presenta un saliente alargado que se adapta a la anterior. Un ejemplo es la articulación talocrural o del tobillo.
Las articulaciones elipsoideas presentan caras articulares en forma de segmentos de elipses, donde una de las partes es cóncava y la otra convexa; un ejemplo de ellas es la articulación radiocarpiana.
La articulación condilar constituye una transición entre el gínglimo y la elipsoidea, y se caracteriza por una doble elipse en una de las partes, que se corresponde con las caras articulares cóncavas de la otra; ambas elipses pueden estar dentro de una misma cápsula articular, o en cápsulas independientes. Ejemplo de ella es la articulación de la rodilla.
Las articulaciones en silla de montar se caracterizan por tener  en cada una de las caras, doble curvatura, que son cóncavas en un sentido y convexas en el otro,  semejante a la forma que presentan la entrepiernas del jinete sobre la silla al montar en caballo, un ejemplo es la articulación esternoclavicular.
En las articulaciones esféricas las caras articulares tienen la forma de segmentos de esferas que se corresponden entre sí recíprocamente; ejemplo las articulaciones humeral y coxofemoral entre otras.
En las articulaciones planas las caras articulares son segmentos de una esfera de gran tamaño. Ejemplos de ellas son las uniones entre los procesos articulares de las vértebras y entre los huesos del tarso y del carpo.
  • Según su función o ejes de movimientos; se clasifican en monoaxiles que se mueven en un solo eje como las articulaciones trocoideas y gínglimos. Las biaxiles son las que se mueven en dos ejes, entre ellas encontramos las elipsoideas, condilares y en silla de montar. Las poliaxiles son aquellas que se mueven en tres ejes y tienen forma esférica o plana.

Las articulaciones pueden ser estudiadas en el individuo vivo con el uso de las radiografías simples. Ellas nos permiten apreciar la forma de las caras articulares, su posición y la distancia o separación entre las mismas que se manifiesta como una línea de radiotransparencia denominada interlínea articular debida a la presencia de cartílago que no absorbe los rayos con la misma intensidad que el tejido óseo.
Las uniones óseas con frecuencia resultan afectadas por traumas que distienden su cápsula o que alteran la posición de las partes óseas. Un adecuado dominio de las características morfofuncionales de estas estructuras les ayudará en la realización de acciones de prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de este tipo de eventos.
TEJIDO  CARTILAGINOSO
El tejido cartilaginoso tiene la característica de combinar la dureza y la flexibilidad, y está desprovisto de vasos sanguíneos y linfáticos.
Este tejido es una variedad especial de tejido conjuntivo, constituido por los tres componentes básicos de todos los tejidos, las células, llamadas condrocitos y condroblastos  situadas en pequeñas cavidades llamadas lagunas cartilaginosas, la sustancia intercelular que recibe el nombre de matriz cartilaginosa con características especiales y por último el líquido tisular.
Por carecer de vascularización el cartílago se nutre por difusión del líquido tisular que se forma en los vasos sanguíneos del pericondrio, el que difunde a través de la matriz.
El pericondrio está constituido por tejido conectivo organizado en dos capas. La más externa es rica en fibras colágenas y capilares, pero escasa en células, mientras que la capa interna presenta abundantes células y pocas fibras.
Es importante tener presente que en los lugares donde el cartílago carece de pericondrio, como por ejemplo las superficies articulares del cartílago hialino y el fibrocartílago, la nutrición se efectúa directamente del líquido sinovial.
Por su parte el crecimiento del cartílago a diferencia del hueso se efectúa por aposición o exógeno e intersticial o endógeno.
ü  Células
Los condrocitos son células esféricas u ovaladas, con un núcleo central grande, donde se distinguen uno o dos nucleolos, como pueden ver en la imagen,  se disponen en grupos en lagunas cartilaginosas, en el seno de la matriz que ellos segregan.
Dependiendo de la actividad del cartílago, estas células tiene dos estadios funcionales, cuando el cartílago está en etapa de crecimiento activo, reciben el nombre de condroblastos, estos poseen las características de las células especializadas en la síntesis de proteínas, un citoplasma granular fino y generalmente basófilo, debido a la presencia de ribosomas libres y de retículo endoplásmico rugoso y aparato de golgi bien desarrollado, y numerosas mitocondrias alargadas.
Como ya sabemos, estas células producen su propio medio, garantizando las funciones del cartílago.
ü  Matriz cartilaginosa
La matriz cartilaginosa es firme y maleable, está constituida por sustancia intercelular de tipo amorfa y formada, las que garantizan las propiedades del cartílago.
La sustancia amorfa la forman los glucosaminoglicanos sulfatados y no sulfatados, lo que permite la difusión del líquido tisular y con ello de sustancias desde los capilares hasta las células y viceversa. Además, le confiere la capacidad de soportar peso sobre todo en aquellos lugares donde existe movimiento constante como en las articulaciones.
Por su parte la sustancia formada, está constituida por las fibras colágenas y elásticas, que constituyen el componente orgánico de la matriz.
ü  Variedades de cartílago
Dependiendo del tipo, proporción y disposición de sustancia intercelular existen tres tipos de cartílago: hialino, elástico y fibroso.
§  El cartílago hialino presenta un color blanco perlado translúcido en estado fresco, es el más abundante en el organismo y tiene aspecto homogéneo.
Sus células se disponen en grupos isogénicos de 3 ó 4 células, rodeadas de una cápsula de mucopolisacáridos denominada matriz territorial o cápsula del cartílago que se tiñe con la técnica de PAS.
En la matriz cartilaginosa, se destaca la presencia de las fibras colágenas de tipo II de pequeño diámetro, que no se visualizan fácilmente al M/O, ya que tienen aproximadamente el mismo índice de refracción que la sustancia fundamental amorfa.
La sustancia fundamental amorfa tiene el aspecto de una sustancia gelatinosa de naturaleza mucoproteíca, cuyos grupos sulfatos, intensamente ácidos, le dan la basofilia y el carácter metacromático con colorantes especiales como el azul de Toluidina.
§  En el cartílago elástico las células son similares a las del hialino, tienen la misma forma esférica, aunque menor cantidad de grasa y glucógeno, se rodean por la matriz territorial, formando una cápsula gruesa, están distribuidas aisladamente o formando grupos isogénicos de dos o tres células.
En la matriz se destacan abundantes fibras elásticas, las cuales forman una red densa que con la técnica de coloración fucsina‑resorcina se observan de color oscuro.
Este tipo de cartílago crece por aposición e intersticialmente y se localiza en el pabellón de la oreja, conducto auditivo externo, epiglotis, y algunos cartílagos de la laringe.
Garantiza las funciones de apoyo con cierto grado se flexibilidad.
§  En la variedad de cartílago fibroso los condrocitos se encuentran distribuidos aisladamente o en parejas, formando hileras en estrecha relación con las fibras colágenas.
La sustancia fundamental es poco visible, excepto la matriz territorial o cápsula fina que se tiñe intensamente.
La sustancia formada, es la que predomina, se organiza en haces paralelos de fibras colágenas, lo que la distingue de los otros tipos de cartílago.
Este tipo de cartílago carece de pericondrio, por lo que su crecimiento se efectúa solamente de forma intersticial; por sus características constituye una transición  entre el cartílago hialino y el tejido conjuntivo denso, se localiza  en las regiones en que el tejido está sometido a presiones, desplazamientos en sentido lateral y tracción como discos intervertebrales, la sínfisis del pubis, las zonas de inserción del tendón y los meniscos de articulaciones sinoviales como la rodilla.


ORIENTACIÓN PARA EL ESTUDIO DE LOS HUESOS
Para facilitar el estudio de los huesos de forma independiente es conveniente seguir un orden lógico, con un enfoque sistémico precisando inicialmente las características generales más destacadas que predominan en la región donde se encuentran y luego especificar las características particulares de cada hueso motivo de estudio.
Para el estudio de las características generales de los huesos pertenecientes a una región debes seguir el siguiente algoritmo:
          Situación y división
          Funciones generales
          Tipo de hueso
          Origen de los huesos y osificación
          Nombre de los huesos
Las características particulares para cada hueso debes describirlas atendiendo a:
          Nombre del hueso.
           Identificación del hueso.
           Posición anatómica.
          Situación
          Clasificación
          Porciones más importantes que dependen generalmente de la forma que tiene el hueso. Los huesos largos tienen tres porciones: dos epífisis y una diáfisis, en esta última se aprecian caras y bordes. Los huesos planos tienen dos caras y un número variable de bordes y ángulos de acuerdo con la figura geométrica que presenta su forma.
          Detalles óseos más destacados que pueden ser elevaciones y depresiones (articulares y no articulares), así como los agujeros por donde pasan elementos vasculonerviosos importantes.

ORIENTACIÓN PARA EL ESTUDIO DE LAS ARTICULACIONES
Para el estudio de las articulaciones es recomendable seguir un orden lógico, con un enfoque sistémico:
1° Características regionales más destacadas.
Características particulares de cada articulación objeto de estudio.
3° Características específicas de las articulaciones sinoviales de mayor movilidad.

cuadro resumen donde compares las variedades de tejido óseo teniendo en cuenta: tipos celulares, organización de la matriz, formas de crecimiento, nutrición, vascularización, localización y función. Utiliza el siguiente formato:

ASPECTOS
HUESO COMPACTO
HUESO ESPONJOSO
Tipos celulares


Organización de la matriz


Formas de crecimiento


Nutrición


Vascularización


Localización


Función




cuadro resumen donde compares las variedades de tejido cartilaginoso teniendo en cuenta: tipos celulares, organización de la matriz, formas de crecimiento, nutrición, vascularización, localización, presencia de pericondrio y función. Utiliza el siguiente formato:

ASPECTOS
HIALINO
ELÁSTICO
FIBROCARTÍLAGO
Disposición de las células



Organización de la matriz



Formas de crecimiento



Nutrición



Vascularización



Localización en el organismo



Presencia de pericondrio



Función





CONCLUSIONES

·         Se hace un resumen generalizador de los principales aspectos tratados en la conferencia.
El aparato locomotor está constituido por estructuras anatómicas organizadas en dos conjuntos de acuerdo a sus funciones.
El esqueleto a pesar de pertenecer a la parte pasiva del aparato locomotor, participa en el metabolismo del calcio y los fosfatos, en el recambio de las células sanguíneas y en la adaptación del organismo al medio.
Los huesos y las articulaciones  se  clasifican de acuerdo a sus características morfofuncionales.
Los tejidos óseo y cartilaginoso son conectivos especiales, y sus variedades dependen de las características y organización de su matriz, la que junto a sus células garantiza el cumplimiento de sus funciones.

El tejido óseo es muy vascularizado y su crecimiento se realiza por aposición, mientras que el cartilaginoso es avascular y su crecimiento puede ser por aposición y/o intersticial.

Aparato Locomotor Reviewed by RabwinparaCristo on septiembre 14, 2017 Rating: 5

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