Craneo
CRÁNEO
El esqueleto de la cabeza lo conforman
22 huesos, descansa en el extremo superior de la columna vertebral. Sus huesos
se dividen en 2 grupos: huesos del cráneo (neurocráneo) y huesos de la cara
(viscerocráneo). Los huesos del cráneo conforman la cavidad craneal que
encierra y protege al cerebro. Además conforman pequeñas cavidades abiertas al
exterior como la cavidad nasal, las órbitas. Algunos huesos contienen cavidades
denominadas senos paranasales que están tapizadas por mucosa y comunican con la
cavidad nasal. Otras pequeñas cavidades contienen los órganos de la audición y
el equilibrio.
DESARROLLO DE LA REGIÓN CEFÁLICA
(NEUROCRÁNEO)
El esqueleto
de la cabeza, es el resultado de un complejo proceso de formación y desarrollo,
sirve ante todo de receptáculo al encéfalo, los órganos de los sentidos y las
porciones iniciales de las vías
respiratoria y digestiva; hechos que justifican su división para el estudio
macroscópico en dos porciones: neurocráneo y viscerocráneo.
El
neurocráneo es la parte más antigua del cráneo, proviene del primitivo
condrocráneo que formaba la base del cráneo en los peces cartilaginosos, y de
las cápsulas cartilaginosas que
protegían los órganos de los sentidos.
En el
proceso de origen y desarrollo del neurocráneo participan las células de las
crestas neurales y el mesodermo paraxial y en él se distinguen dos porciones:
una membranosa que forma los huesos planos que rodean al cerebro como una
bóveda, y otra cartilaginosa o condrocráneo que forma los huesos de la base.
El
mesénquima derivado de las células de la cresta neural y del mesodermo paraxil
reviste al cerebro y experimenta un proceso de osificación membranosa a los
lados y parte superior del mismo, formando la bóveda craneal.
Al finalizar
las 12 semanas en el
esqueleto aparecen centros de
osificación, especialmente en el cráneo y los huesos largos. Las extremidades
superiores han alcanzado prácticamente su tamaño final relativo pero las
inferiores aún no se han desarrollado bien y son ligeramente más cortas de su
longitud final.
El
neurocráneo cartilaginoso está formado inicialmente por varios cartílagos
separados, que posteriormente se fusionan y por osificación endocondral o
cartilaginosa forman la base del cráneo.
Cartílagos embrionarios
|
Huesos que originan
|
Trabéculas craneales
|
Cuerpo del etmoides
|
Ala orbitaria
|
Ala menor esfenoides
|
Ala temporal
|
Ala mayor esfenoides
|
Cartílago hipofisiario
|
Cuerpo del esfenoides
|
Cartílago paracordal
|
Porción basilar occipital
|
Esclerotomas occipitales
|
Porciones laterales occipital
|
Cápsula periótica
|
Porción petrosa del temporal
|
Los
cartílagos que se forman en la vecindad de la notocorda derivan del mesodermo
paraxial, mientras que los que se encuentran por delante de su límite rostral
derivan de las células de la cresta neural.
CRÁNEO DEL RECIÉN
NACIDO
Hay dos
hechos característicos del desarrollo craneal que provocan importantes
diferencias entre el cráneo del recién nacido y el del adulto:
·
Los huesos
completan su desarrollo morfológico en períodos posnatales tardíos.
·
Los huesos al no
haber completado su osificación, se mantienen unidos por cartílago o por
membranas de tejido conjuntivo.
El cráneo
del recién nacido al igual que el fetal, es redondeado, sus huesos son delgados
y están separados entre sí por una banda de
tejido conectivo, que es más ancha en los sitios en que se encuentran
más de dos huesos; donde se denominan fontanelas,
que dotan al cráneo de gran elasticidad. Estas características favorecen el desarrollo
del encéfalo y permiten que los huesos del cráneo se superpongan parcialmente
entre sí durante el parto. La palpación de las fontanelas proporciona datos valiosos sobre la
normalidad del proceso de osificación del cráneo, el crecimiento encefálico y
la presión intracraneal.
Se
distinguen dos fontanelas impares: la fontanela
anterior (bregmática), la de mayor tamaño, entre los huesos
frontal y parietales; y la fontanela
posterior (lambdoidea), entre el hueso occipital y
parietales. Otras dos fontanelas son pares: las fontanelas
esfenoidales (ptéricas) entre
las alas mayores del esfenoides, temporal, parietal y frontal.; y las fontanelas mastoideas (astéricas) entre los huesos
occipital, parietal y temporal.
La
desaparición de las fontanelas ocurre en los primeros años de vida si el
desarrollo óseo es normal. La fontanela anterior se cierra en los niños antes
de los 2 años, la posterior a los 2 meses, la esfenoidal hacia los 3 meses y la
mastoidea a los 8 ó 10 meses.
Hay que
señalar que en el recién nacido la escama del frontal aparece dividida en dos
mitades por la sutura frontal (metópica).
En esta
etapa el cráneo es grande en proporción con el resto del cuerpo, y la cara es
relativamente pequeña en comparación con la bóveda craneal. Estas
desproporciones se deben por un lado a que los senos paranasales se desarrollan en el período postnatal y por
otro lado, a que los dientes y el hueso maxilar aún deben desarrollarse.
El cráneo
del recién nacido carece de proceso mastoideo, los arcos superciliares están
poco desarrollados, las órbitas y la frente son desproporcionadamente grandes
con respecto al resto de la cara.
DEFECTOS CONGÉNITOS
Los defectos
congénitos del cráneo abarcan desde la ausencia de la bóveda craneal, como la
acrania, incompatible con la vida; hasta defectos de una parte del cráneo por
donde secundariamente pueden herniarse las meninges o el tejido nervioso.
CRANEOSINOSTOSIS
El cierre
prematuro de una o varias suturas origina la craneosinostosis, sus variedades dependen de la sutura que se cierre. Una de las
variantes más frecuente es la escafocefalia, donde ocurre el cierre temprano de la sutura sagital, lo que produce
expansión frontal y occipital y el cráneo se torna largo y estrecho, como
observan en la imagen.
Otra
variante es la oxicefalia o
turricefalia, la que se debe a un cierre prematuro de la sutura
coronal, originando un cráneo alto en forma de torre.
DESARROLLO DEL VISCEROCRÁNEO
El
viscerocráneo es un derivado de los arcos branquiales, que en los peces
primitivos están asociados a la respiración.
El esqueleto
facial se origina principalmente de los dos primeros arcos faríngeos y de las
crestas neurales, los huesos que los constituyen presentan osificación
membranosa. El desarrollo del viscerocráneo está íntimamente relacionado con el
proceso de formación de la cara.
La evolución
de la cara en la cuarta semana se caracteriza por el desarrollo de cinco
prominencias o procesos alrededor del estomodeo, que son:
·
La prominencia
frontonasal, los dos procesos maxilares y los dos mandibulares.
Los procesos faciales pares derivan del primer
arco faríngeo y se forman predominantemente por proliferación de células de la
cresta neural que migran hacia ellos.
La evolución
de la cara durante la quinta semana se caracteriza por el desarrollo en la prominencia
frontonasal de dos abultamientos llamados procesos nasales, cada uno de los
cuales tiene una porción medial y otra lateral.
El
crecimiento diferencial de los procesos nasales provoca la aparición en su
centro de una depresión denominada fosita nasal, cuya evolución dará origen a la cavidad nasal.
Los procesos nasales mediales se acercan hacia la línea media producto del
desarrollo facial.
El
mesénquima de las cinco prominencias en la séptima semana ha experimentado un crecimiento rápido que
conlleva a la fusión de las mismas, quedando surcos que marcan los límites entre ellas.
En la décima semana la unión de todos los
procesos faciales da a la cara una apariencia humana. La cara es ancha, los
ojos están muy separados, la implantación de las orejas es baja y los párpados
están fusionados.
La fusión de
los procesos nasales mediales entre sí y con los procesos maxilares permiten la
continuidad de los maxilares con el labio superior, así como la separación de
las cavidades nasal y bucal.
A medida que
las prominencias nasales mediales se fusionan, forman el segmento intermaxilar,
que da lugar a:
La parte
media del labio superior o surco subnasal, un componente maxilar que comprende
los cuatro incisivos y sus encías correspondientes, y el paladar primario.
En la sexta
semana se forman dos prolongaciones mesenquimatosas que se extienden desde las
caras internas de los procesos maxilares, hacia la línea media, llamadas
crestas palatinas que en la séptima semana se fusionan y forman el paladar
secundario.
La unión del
paladar primario con el secundario forma el paladar definitivo; la marca de
esta unión en la línea media es el agujero incisivo.
DEFECTOS CONGÉNITOS
Cuando
ocurre un defecto de fusión entre los procesos durante el desarrollo de la
cara, se pueden presentar diferentes hendiduras faciales. Las hendiduras del
labio superior y del paladar son frecuentes.
El defecto puede producirse a nivel de la fusión
del proceso nasal lateral de un lado con el proceso maxilar correspondiente,
consecuentemente no se une el paladar primario con el secundario en uno de los
lados, originando un labio
leporino unilateral, que puede afectar el labio,
el labio y la encía o, el labio, la encía y el paladar primario.
Cuando el
defecto compromete la fusión de ambos procesos nasales laterales con los maxilares
correspondientes se origina un labio
leporino bilateral.
Los defectos
situados detrás del agujero incisivo comprenden la fisura del paladar, por
falta de fusión de las crestas palatinas.
En ocasiones
se forma una combinación de defectos ocasionando una hendidura que se extiende
por delante y por detrás del agujero incisivo, consecuentemente presenta labio leporino y fisura del paladar.
ESQUELETO DE LA CABEZA
En la composición del neurocráneo
entran los huesos impares, occipital, frontal, esfenoides y etmoides; y los
pares parietal y temporal.
Por su parte en el viscerocráneo se
encuentran los huesos pares: maxilar,
concha nasal inferior, palatino, cigomático, nasal y lagrimal; así como
los impares: vómer, hioides y mandíbula.
·
Características generales y funciones
o
La mayoría de los huesos están unidos entre
sí por articulaciones fijas, las suturas.
o
La mandíbula es el único hueso cranefacial
móvil.
o
La cabeza tiene muchos accidentes
topográficos como agujeros y fisuras por los que pasan elementos vasculares y
nerviosos.
o
Protege el encéfalo.
o
Estabilizan las posiciones del cerebro, los
vasos sanguíneos, los linfáticos y los nervios mediante la fijación de las
menínges en la superficie de los huesos.
o
La superficie externa de los huesos es un
amplia área de inserción de los músculos que mueven las distintas partes de la
cabeza.
o
Los huesos faciales conforman la armazón de
la cara y sirven de inserción a los músculos encargados de la expresión facial.
o
Proporciona soporte y protección a los
delicados órganos de la visión, el gusto, la audición, el olfato y el
equilibrio.
Es importante precisar que para el
estudio de las características morfofuncionales de los huesos del cráneo
deberán tener en cuenta:
·
Nombre
·
Clasificación por su forma.
·
Situación.
·
Porciones o partes.
·
Detalles anatómicos relevantes.
HUESOS
DEL NEUROCRÁNEO
El
neurocráneo tiene el aspecto de un ovoidehueco, con el eje mayor dirigido en
sentido anteroposterior y el extremo posterior abultado. En el polo
anterior presenta adosados a los huesos
de la cara y, por su extremo posterior, se apoya sobre la columna vertebral
(articulación cráneo vertebral), donde se encuentra un amplio agujero, el agujero magno, que permite la continuidad del encéfalo con la médula espinal. Se
divide en dos regiones: una superior, la bóveda
craneal, la calvaria y otra inferior, la base del
cráneo.
- Características
generales
- Los huesos de la bóveda
craneal son planos y están compuestos estructuralmente por una lámina central de tejido
esponjoso (diploe) tapizadas por láminas de hueso compacto.
- En la base del cráneo
algunos huesos adoptan el aspecto de masas voluminosas, huecas en su
interior, cavidades aéreas, los senos paranasales.
- Los huesos se unen por
sinartrosis, suturas.
- Hueso
occipital
El occipital es un hueso irregular,
situado en la parte posteroinferior del cráneo, que participa en la formación
de la parte posterior de la calvaria y la base del cráneo. Presenta cuatro
porciones: escamosa, basilar y laterales; delimitando entre ellas el
agujero magno. En sus dos caras, externa e interna, destacan los
detalles importantes del hueso.
Porción escamosa: Es una lámina
ósea robusta con forma romboidal
y fuertemente cóncava hacia la cavidad craneal.
En la cara externa, en la parte
central, se encuentra la protuberancia occipital externa y a ambos lados
de ella las líneas nucales superiores; por debajo de las cuales y
paralelas a ellas, se encuentran las líneas nucales inferiores. De la
protuberancia occipital externa parte hacia abajo la cresta occipital
externa, que llega hasta el borde del agujero magno.
La cara interna está condicionada por
la forma del encéfalo y la inserción de las meninges, presenta dos crestas
perpendiculares que forman una prominencia en cruz, en cuya intersección se
localiza la protuberancia occipital interna. La mitad inferior de la
cresta longitudinal es más aguda y se denomina cresta occipital interna,
extendida hasta el borde posterior del agujero magno; a lo largo de esta cresta
se dispone el surco del seno occipital. La mitad superior de la cresta
longitudinal y las dos mitades de la cresta transversa están provistas de
surcos bien definidos, correspondientes a los senos venosos de la duramadre, sagital
superior y transversos. Los surcos delimitan 4 fosas, 2 superiores cerebrales
y 2 inferiores cerebelosas.
Porciones laterales:
En la cara externa encontramos los cóndilos
del occipital para su articulación con la columna cervical, cerca de la mitad
del cóndilo el hueso está atravesado por el canal del nervio hipogloso,
el cual se observa por la cara interna. Por detrás del cóndilo se encuentra una
fosita, la fosa condílea, en cuyo fondo se localiza un pequeño orificio
denominado canal condilar. Lateralmente al cóndilo, resalta el proceso
yugular en cuyos bordes encontramos las incisuras yugulares. En la
cara interna se dispone, por delante, un relieve, el tubérculo yugular y
por detrás en las proximidades del borde lateral, el surco del seno
sigmoideo.
Porción basilar: Es una masa
rectangular que se une por su extremo anterior al cuerpo del esfenoides. En su
cara externa se localiza un saliente denominado tubérculo faríngeo. En
la cara interna forma una superficie lisa y acanalada, que recibe el nombre de clivus,
donde se apoyan el tronco encefálico y la arteria basilar. En los bordes
laterales se encuentra el surco del seno petroso inferior y se une a la
porción petrosa del temporal.
- Hueso
parietal
El hueso parietal es plano, tiene
forma de lámina cuadrilátera cóncava en su cara interna, situado a ambos lados
de la línea media por delante del occipital, por encima de los huesos
temporales y por detrás del frontal en la parte media de la calvaria. Presenta
dos caras, cuatro bordes y cuatro ángulos.
Los bordes están condicionados para su
unión con los huesos vecinos, estableciendo líneas de sutura bien definidas, de
ahí sus nombres de: borde anterior o frontal, borde posterior u occipital,
borde interno o sagital y el borde inferior o escamoso, que se
une al temporal.
En su cara externa, en la parte media
se destaca una eminencia, la tuberosidad parietal, por debajo de ella se
ven dos líneas curvas, las líneas temporales superior e inferior, sitios
de inserción de la fascia y el músculo temporal.
Los ángulos del hueso, se nombran frontal, occipital, esfenoidal
y mastoideo.
La cara
interna es cóncava y está condicionada por la aplicación del cerebro y la
duramadre; en ella se observan los bordes del surco
del seno sagital superior, el surco de la arteria meníngea media y las fositas de las
granulaciones aracnoideas.
- Hueso frontal
El hueso frontal es un hueso plano que
participa en la constitución de la calvaria; presenta una cavidad llena de
aire, el seno frontal, lo que lo hace neumático. Debido a su morfología
presenta un segmento vertical, la escama, que forma parte de la
calvaria, y un segmento horizontal, la porción orbitaria, que forma al
mismo tiempo el extremo anterior de la base del cráneo y el techo de la órbita. Entre ambas
porciones orbitales está la porción nasal.
La escama del frontal, por su cara
externa presenta dos protuberancias denominadas eminencias frontales. El
borde inferior se denomina borde supraorbitario en cuyo tercio medial
podemos encontrar una incisura, denominada escotadura supraorbital que
sirve de paso a arterias y nervios y a veces es transformada en agujero.
Por encima del borde supraorbitario se
ven dos eminencias que reciben el nombre de arcos superciliares, las que
se reúnen en la línea media formando una prominencia por encima de la raíz de
la nariz denominada eminencia frontal o glabela. El extremo lateral del
borde supraorbital se prolonga formando el proceso cigomático, a través
del cual el frontal se une al hueso cigomático.
Por su cara interna, en la línea
media, hay un surco continuación del surco del seno sagital superior,
que hacia abajo se transforma en la cresta frontal.
Las porciones orbitales del frontal
están situadas horizontalmente, dirigidas hacía atrás formando la pared
superior de las órbitas y el piso de la fosa craneal anterior.
Por su superficie inferior hacia el
proceso cigomático de cada lado, se encuentra la fosa de la glándula
lagrimal, y cerca de la incisura supraorbital la fosita y la espina
trocleares.
Por su cara interna se observan las eminencias
mamilares y las impresiones digitales, huellas del cerebro.
Ambas porciones orbitales están
separadas por la incisura etmoidal, ocupada por el etmoides.
La porción nasal ocupa la zona
anterior de la incisura etmoidal, en la línea media se observa una pequeña
cresta que termina en un proceso agudo, la espina nasal, la que
participa en la formación del tabique nasal.
A ambos lados de la cresta se
encuentran unas fositas que sirven de pared superior a las celdas etmoidales,
por delante de éstas se encuentran los orificios de los senos frontales,
localizados en el espesor del hueso.
- Hueso
temporal
El hueso temporal es irregular, uno de
los huesos más complejos de cráneo, ya que contiene en su interior el órgano
del oído y el equilibrio. Está situado en la parte lateral e inferior del
cráneo formando parte de la base y de la bóveda del mismo. Embriológicamente,
resulta de la fusión de tres huesos presentes antes del nacimiento, de ahí las
tres porciones: escamosa, timpánica y petrosa, en cuyo centro de
convergencia se dispone el orificio del conducto auditivo externo.
Escama
La cara externa está dividida en dos
porciones por el proceso cigomático, que forma con el hueso
cigomático el arco cigomático. Por encima del proceso cigomático la
escama es lisa y presta inserción al músculo temporal. Por debajo y detrás de
éste se reconocen: la superficie
subtemporal, superficie lisa que forma el techo de la fosa infratemporal; el tubérculo
articular, que participa en la formación de la superficie articular de la
mandíbula, y la fosa mandibular, zona deprimida por detrás del tubérculo
articular. La cara interna no presenta accidentes significativos, solo algunos surcos
formados por las ramificaciones de la arteria meníngea media.
La porción timpánica rodea
parcialmente el poro acústico externo y la parte inicial del conducto auditivo
externo.
Porción petrosa
También es llamada pirámide debido a
su forma. En ella se distinguen una base y un vértice, tres caras y tres
bordes. El vértice apunta hacia el centro de la base del cráneo y delimita con
el ala mayor y el cuerpo del esfenoides y con la porción basilar del occipital,
el agujero rasgado. El interior de la pirámide está ocupado por las
diferentes partes del oído y está atravesado por un conducto por el que pasa la
arteria carótida hacia el interior del cráneo, el canal carotídeo. En la
cara posterior está el orificio auditivo interno.
En la superficie de la cara anterior
de la porción petrosa se reconocen: la eminencia
arqueada, el techo del tímpano, el hiato del conducto para el
nervio petroso mayor y la impresión del trigémino. En la cara
inferior está el orificio de entrada al
canal carotídeo, por detrás y por fuera del mismo, aparece el proceso estiloideo, que es fino y
alargado y da inserción a los músculos estiloideos. Posterolateralmente al
proceso estiloideo se dispone el agujero estilomastoideo, a través del
cual emerge el nervio facial. Por detrás del orificio carotídeo está la fosa
yugular, huella causada por la vena yugular.
Por detrás y por debajo de la escama,
hacia abajo se prolonga una gran prominencia ósea el proceso mastoideo, que
está delimitado medialmente por un surco, la
escotadura mastoidea donde se inserta el músculo digástrico.
·
Hueso
esfenoides
El hueso esfenoides recibe su nombre
por disponerse como una cuña entre la cara y el cerebro, recuerda por su forma
a un murciélago, por lo que se clasifica como un hueso irregular y neumático.
Se encuentra situado en el centro de la base del cráneo por delante del hueso
occipital, entre ambos temporales y por detrás del frontal y el etmoides; en él
se distinguen un cuerpo, dos alas mayores, dos alas menores
y dos procesos pterigoideos.
Cuerpo
El cuerpo del esfenoides tiene forma
de dado, con 6 caras y su interior está ocupado por dos senos esfenoidales,
separados por un fino tabique óseo. La cara superior presenta 2 zonas; una
anterior, lisa a continuación de la lámina cribosa del etmoides, denominada yugo
esfenoidal. La porción posterior es una depresión denominada silla turca,
donde se encuentra una fosita ocupada por la glándula hipófisis, la fosa
hipofisiaria. Por delante se encuentra una elevación denominada tubérculo
de la silla, donde se sitúa transversalmente el surco quiasmático,
cuya continuación lateral son los canales ópticos. Por detrás, la silla turca
está limitada por el dorso de la silla, del que sobresalen lateralmente
los procesos clinoideos posteriores.
Las caras laterales presentan a ambos
lados de la silla turca el surco
carotídeo, huella de la arteria carótida interna.
La cara anterior, forma parte del
techo de las fosas nasales, presenta en la línea media la cresta esfenoidal,
a ambos lados se encuentran los orificios de los senos esfenoidales. La cara
inferior forma parte también del techo de las fosas nasales. La cara posterior
se une a la porción basilar del occipital.
Alas menores
Son dos láminas óseas horizontales y
lisas, con forma triangular, situadas por detrás de la porción horizontal del
frontal. En su unión con el cuerpo del esfenoides, a los lados del surco quiasmáticio
se delimita el conducto óptico. La cara superior forma parte de la base
del cráneo. La cara inferior forma parte del techo de la órbita. Por debajo del
ala menor se dispone una amplia hendidura, la fisura orbitaria superior.
Alas mayores
Son dos láminas óseas irregulares que
emergen de la cara lateral del cuerpo esfenoidal. Constan de una cara interna
amplia y cóncava que forma parte de la base del cráneo y una cara externa, muy
irregular que contribuye a formar las paredes de la órbita y de la fosa
temporal e infratemporal. En la cara interna se encuentran 3 orificios: el
anterior, agujero redondo, que se abre en la fosa pterigopalatina; el
medio, agujero oval (más grande), y el posterior, agujero espinoso,
el más pequeño.
Proceso pterigoideos
Son dos láminas óseas que cuelgan de
la parte lateral de la cara inferior del cuerpo y de la raíz del ala mayor. Son
una lámina medial y una lateral, unidas por su margen anterior.
Entre las dos se labra la fosa pterigoidea. En la parte superior de
implantación está atravesado por el conducto pterigoideo.
En la zona inferior entre las dos
láminas se observa la escotadura pterigoidea, donde encaja el proceso
piramidal del hueso palatino. El extremo del proceso pterigoideo medial se
prolonga en el gancho donde se inserta el músculo tensor del velo del
paladar.
- Hueso
etmoides
El hueso etmoides es un hueso muy irregular
y neumático, está encajado en la
escotadura etmoidal del frontal, formando parte de la base del cráneo y
del techo de las fosas nasales.
Este hueso presenta cuatro porciones:
una lámina horizontal, cribosa, una lámina perpendicular que
forma gran parte del septo nasal y dos masas laterales, los laberintos
etmoidales que constituyen parte de la pared de la cavidad nasal y medial
de las órbitas. En ellas se encuentran las celdillas etmoidales.
Una vista superior del etmoides nos
permite apreciar la lámina horizontal o cribosa con abundantes orificios para
el paso de los filetes olfatorios y la parte superior de la lámina
perpendicular llamada apófisis crista galli; además de la parte superior de las
masas laterales.
Los laberintos etmoidales tienen una
forma rectangular, en la que se pueden distinguir 8 caras. La cara superior se
dispone a continuación de los extremos
laterales de la lámina cribosa. Las caras anterior, posterior e inferior son
estrechas y contactan con los huesos lagrimal, la porción lateral del cuerpo
del esfenoides y el maxilar. La cara lateral forma la lámina orbitaria,
formando parte de la pared medial de la órbita. La cara medial forma parte de
la pared lateral de las fosas nasales, con abundantes relieves, entre los que
destacan las conchas nasales superior y medio.
HUESOS DEL
VISCEROCRÁNEO
El viscerocráneo está formado por 15
huesos faciales que conforman la cara: 2 huesos nasales, 2 maxilares, 2
cigomáticos o malares, la mandíbula, 2 lagrimales, 2 palatinos, 2 conchas nasales
inferiores, el vómer y el hioides.
Los huesos de la cara se disponen
adosados a la porción anteroinferior del neurocráneo formando dos bloques óseos
el complejo maxilar y la mandíbula. El
elemento central del complejo maxilar es el hueso maxilar y entorno a él se
articulan el resto de los huesos de la
cara mediante uniones inmóviles. La mandíbula, hueso impar es el único que
posee movilidad, y su función principalmente está relacionada con la
masticación.
·
Hueso Maxilar
El maxilar
es un hueso neumático de forma irregular situado por encima de la cavidad oral
y a ambos lados de la cavidad nasal, participando en la formación de las
paredes de las fosas nasales, la órbita, la cavidad bucal y las fosas
infratemporal y pterigopalatina. Su zona central es hueca y forma el seno maxilar, que se abre en las fosas nasales. Además como característica de este
hueso presenta un amplio borde alveolar, donde se implantan los dientes
superiores.
Se
distinguen en el hueso un cuerpo y cuatro procesos: frontal,
alveolar, cigomático y palatino.
Cuerpo
El cuerpo tiene
forma de pirámide, en la que se distinguen 4 caras. La cara medial está la superficie nasal y se destaca el amplio orificio de entrada al seno maxilar, el hiato maxilar. Por detrás del hiato se dispone
el surco palatino mayor y por delante el surco
lagrimal, que al articularse el maxilar con el hueso
lagrimal se trasforma en el conducto
nasolagrimal.
Por debajo
del hiato maxilar se origina el proceso
palatino, que uniéndose con la lámina horizontal del
palatino forma el paladar óseo, suelo de las cavidad nasal y techo de la
cavidad bucal.
La cara
superior u orbitaria es una superficie lisa y horizontal que forma parte del
piso de la órbita, presenta el surco
infraorbitario, que se prolonga en el canal infraorbitario.
La cara
anterior se dispone bajo la piel de la mejilla, en ella se abre el agujero infraorbitario, en la parte inferior está el proceso
alveolar, con los relieves de los alvéolos dentarios y
depresiones destacándose la fosa canina.
La cara
posterior o infratemporal es una superficie abombada que en su parte superior
se hace más abombada formando la tuberosidad
maxilar.
El vértice
del maxilar lo constituye el proceso
cigomático que articula al hueso cigomático.
El borde
anterior constituye la escotadura nasal, que con la del lado opuesto, delimita
la entrada a las fosas nasales óseas.
El borde
posterior separa la cara infratemporal de la cara nasal, junto con el proceso
pterigoideo delimita la fosa
pterigopalatina.
El proceso frontal del maxilar es una lámina ósea, que alcanza el hueso frontal, en su cara
lateral está recorrido por la cresta lagrimal anterior. La cara medial forma
parte de la pared externa de las fosas nasales. El borde anterior articula con
el hueso nasal y el posterior con el hueso lagrimal.
·
Hueso
palatino
Es una
lámina ósea en forma de L, en la que se distingue una porción vertical, la lámina perpendicular y otra horizontal, la lámina
horizontal.
La lámina perpendicular es rectangular y está intercalada entre el maxilar y el proceso
pterigoideo del esfenoides. Forma parte de la pared lateral de la cavidad
nasal. En cada uno de sus 4 ángulos tienen un proceso: el orbitario (superoanterior), esfenoidal (posterosuperior), entre estos dos se observa la escotadura esfenopalatina, que se transforma en el conducto
esfenopalatino. El proceso maxilar (anteroinferior) y el proceso
piramidal (posteroinferior) que encaja en la hendidura
pterigoidea.
La lámina horizontal junto con el proceso palatino del maxilar, forma la parte posterior del
paladar óseo.
·
Huesos
nasales
Son dos
pequeñas laminillas óseas rectangulares, que se acoplan al espacio delimitado
entre el borde nasal del frontal y los procesos frontales del maxilar.
·
Hueso lagrimal
Es una fina
laminilla ósea rectangular dispuesta entre la órbita y las fosas nasales, forma
parte de la pared medial de la órbita.
·
Vómer
Es una fina
lámina vertical que contribuye a formar parte del tabique nasal. El borde
superior se bifurca y forma las alas del
vómer, las que se acoplan a la cresta media de la cara
inferior del cuerpo del esfenoides. El borde anterior se une a la lámina
perpendicular del etmoides y al
cartílago del tabique nasal. El borde posterior es libre y delimita las aberturas
posteriores de las fosas nasales.
·
Concha nasal
inferior
Es una
lámina ósea unida a la pared lateral de la cavidad nasal.
·
Hueso
cigomático
Es una
lámina ósea de aspecto romboidal, que forma el relieve del pómulo. La cara
medial se extiende hacia atrás formando parte de la fosa temporal.
La cara
lateral es subcutánea y da inserción a músculos faciales.
El ángulo
superior sobresale para articularse con el proceso cigomático del frontal. El
ángulo posterior, el proceso
temporal, con el proceso cigomático del temporal forma el arco cigomático. Del borde anterior se proyecta una lámina ósea el proceso frontal, que forma parte de la pared lateral y piso de la órbita.
·
Mandíbula
Es el único
hueso móvil del cráneo y cumple las funciones de soportar los dientes
inferiores y prestar inserción a los músculos de la masticación.
La mandíbula
es un hueso impar, irregular situado en la parte inferior del esqueleto de la
cara por debajo del complejo maxilar. Está formada por una zona central, el cuerpo y dos zonas laterales, las ramas
mandibulares, que forman con el cuerpo el ángulo mandibular.
Cuerpo
Tiene forma
de arco con dos caras. En la cara anterior en la línea media se observa la sínfisis mentoniana y hacia su extremo inferior la protuberancia
mentoniana; más lateralmente, hacia las caras laterales del
cuerpo se abren los agujeros
mentonianos, orificios de salida del nervio mandibular de cada
lado. Desde estos agujeros hacía atrás y arriba se extiende la línea oblicua de la mandíbula.
En la cara
posterior a nivel de la línea media, sobresalen las dos espinas mentonianas superior e inferior, a ambos lados de éstas encontramos las fosas
digástricas, desde donde se extienden hacia atrás y arriba, las
líneas milohioideas, por arriba y por debajo presenta dos depresiones, las fosas sublingual y submandibular.
El borde
superior es el arco alveolar, formado por los alvéolos
dentarios donde se implantan los dientes inferiores.
Ramas
mandibulares
En la cara
externa del ángulo mandibular se encuentra la tuberosidad
masetérica y por su cara interna la tuberosidad pterigoidea, sitios de inserciones musculares.
La rama
mandibular termina en dos procesos: uno anterior, el coronoideo, sitio de inserción del músculo temporal, y otro posterior, el condilar, dotado de una superficie articular, la cabeza
de la mandíbula, para formar una unión
sinovial con el hueso temporal. Ambos procesos están separados por la incisura sigmoidea.
En la cara
interna de cada rama se encuentra el agujero
mandibular, que conduce al canal
mandibular y en cuyo borde anterior se encuentra la língula.
Por detrás de la língula se inicia de abajo hacia delante, el
surco milohioideo.
.
ARTICULACIONES DEL
CRÁNEO
En el
esqueleto de la cabeza existen los tres
tipos de articulaciones:
·
Las uniones fibrosas pueden ser de distintas variedades: sindesmosis por membranas y ligamentos, suturas,
gónfosis y esquindelesis.
·
Las uniones cartilaginosas según el tipo de cartílago que participa pueden ser sincondrosis y sínfisis.
·
La articulación sinovial presente en el cráneo es una unión condilar, compleja y combinada.
Las articulaciones fibrosas del tipo de las sindesmosis por
membrana, constituyen las fontanelas de los niños pequeños y los ligamentos que se encuentran reforzando la
articulación temporomandibular.
La suturas, según la forma de los bordes de unión pueden ser: serratas, escamosas y
planas.
Las suturas
serratas están presentes: entre el hueso frontal y los dos parietales,
denominada sutura
frontoparietal, coronal o frontal; entre los dos huesos parietales, donde recibe
el nombre de sutura sagital; y entre los dos huesos
parietales y el occipital, que recibe el nombre de sutura
parietooccipital o lambdoidea.
La variedad
escamosa la encontramos entre el hueso parietal y temporal, mientras que la
variedad plana se presenta entre los huesos del viscerocráneo.
Otras
variedades de articulaciones fibrosas como las gónfosis se localizan entre los
alvéolos dentales y los dientes; y las esquindelesis entre el esfenoides y el
vómer.
Las articulaciones cartilaginosas del tipo de las sincondrosis
pueden ser temporales o permanentes y se localizan en la base del cráneo. Las
permanentes se denominan esfenooccipital, esfenopetrosa y petrooccipital.
ARTICULACIÓN
TEMPOROMANDIBULAR
La
articulación temporomandibular está formada por las caras articulares de la
fosa mandibular y del cóndilo de la mandíbula; incluidas dentro de una misma
cápsula articular y reforzados por ligamentos.
La cavidad
de la articulación temporomandibular está dividida por un disco fibrocartilaginoso,
en dos compartimientos independientes: superior e inferior.
Alrededor de
la articulación se encuentran tres ligamentos, de los cuales sólo uno tiene
relación directa con la cápsula articular, el
ligamento lateral, este ligamento limita los
movimientos de la cabeza articular hacía atrás. Los dos ligamentos restantes
son los ligamentos
esfenomandibular y estilomandibular.
La
articulación temporomandibular por la forma de las caras articulares es de tipo
condilar y por tanto biaxial, la presencia del disco intraarticular le confiere
la condición de compleja y amplía su capacidad de movimientos.
Ambas
articulaciones funcionan al mismo tiempo, aún cuando están separadas
anatómicamente, clasificándose como una articulación combinada.
Los
movimientos de la articulación temporomandibular son:
·
descenso y
elevación con apertura y cierre de la boca,
·
desplazamiento
hacia delante y hacia atrás, es decir propulsión y retropulsión; y
·
movimientos de lateralización.
La integración
de los huesos de la cabeza a través de los distintos tipos de articulaciones en
un todo único, hace posible un estudio de conjunto del cráneo, lo cual tiene
una gran significación en la práctica médica.
CRÁNEO EN SU CONJUNTO
El estudio
del cráneo en su conjunto se realiza mediante distintas vistas o planos
denominados normas, las cuales son: frontal, lateral, basales interna y
externa, sagital, vertical y posterior u occipital.
Para
estudiar cada una de estas normas es necesario conocer las características
morfofuncionales particulares de los huesos y proponerse entonces una
integración de los mismos por los distintos planos.
·
Norma frontal
La norma
frontal está formada por los huesos frontal, cigomáticos, nasales, lagrimales,
maxilares y mandíbula entre otros, unidos mediante articulaciones de distintos
tipos; en ella se distinguen rasgos particulares de los distintos huesos como:
o El tercio superior se corresponde con la frente donde destacan las eminencias frontales, los arcos superciliares y
surcos supraorbitales.
o Las cavidades orbitarias
y la apertura de la nariz.
o Lateralmente los huesos maxilar y cigomático.
o El arco alveloardel maxilar que se acopla con el arco alveolar de la
mandíbula.
o La protuberancia mental.
·
Norma lateral
Al observar
el cráneo lateralmente, se pueden reconocer los huesos frontal, occipital,
temporal y parietal entre otros. En esta norma se destacan ante todo las
líneas temporales superior e inferior, así como las fosas
temporal, infratemporal y pterigopalatina. Para la observación precisa de estas dos últimas fosas es necesario
retirar la rama de la mandíbula.
Es
importante caracterizar las tres fosas de la norma lateral a partir de su
situación, límites, comunicaciones y contenidos; según las orientaciones del CD
de la asignatura.
·
Norma basal del cráneo
En la norma
basal del cráneo, por su complejidad e interés práctico, se estudian por
separado sus superficies interna y externa.
La norma basal externa, como puede observarse en la imagen, se extiende desde los incisivos por
delante hasta la línea nucal superior por detrás, lateralmente está limitada
por unas líneas imaginarias que se trazan entre las crestas infratemporales y
las bases de los procesos mastoideos.
Se divide
para su estudio en tres zonas: anterior, media y posterior. El límite entre las tres zonas lo constituyen: entre la zona anterior y
media el borde posterior del paladar óseo, y entre la zona media y posterior
una línea que pase por delante del agujero magno.
Zona
anterior: Está constituida por el paladar óseo, contorneado
por el arco alveolar del maxilar con los dientes. Por detrás y encima del
paladar, a ambos lados se encuentran las coanas, separadas por el vómer. Tiene el agujero incisivo y los conductos
palatinos mayores.
Zona
media: Formada por las alas mayores del esfenoides, el
cuerpo del esfenoides, la porción
basilar del occipital y la porción petrosa del temporal. Se observan los
agujeros oval y espinoso, agujero carotídeo y el agujero rasgado.
Zona
posterior: Está representada por la cara externa del
occipital. Destacan el agujero magno y el yugular.
La norma basal interna puede ser observada después de un corte horizontal del cráneo. Sus
características macroscópicas tienen un alto nivel de correspondencia con las
estructuras que conforman la superficie inferior del encéfalo y las meninges
encefálicas.
Se divide en
tres fosas craneales: anterior, media y
posterior. Sus límites lo constituyen: entre la fosa anterior
y media, una línea que pase por el borde posterior de las alas menores del
esfenoides, y entre la fosa media y posterior, una línea que pase por el borde
superior de la porción petrosa del temporal y en el centro por el borde
superior del dorso de la silla turca.
Fosa
craneal anterior: Aloja la parte inferior de
los lóbulos frontales del cerebro. La zona anterior está formada por la porción
horizontal del frontal, y la lámina cribosa del etmoides. Destacan la cresta
galli, y los orificios olfatorios. La zona posterior la forman las alas menores
del esfenoides y el yugo esfenoidal, donde se extiende el surco quiasmático y a
ambos lados los canales ópticos.
Fosa
craneal media: Aloja a los lóbulos temporales
del cerebro y medialmente a la
hipófisis. La forman la silla turca, las alas mayores del
esfenoides y la cara anterior de la porción petrosa del temporal. Los orificios
de comunicación son: la fisura orbital superior, agujeros redondo, oval y
espinoso, hiatos de los nervios petroso mayor y menor, agujero rasgado y
orificio interno del conducto carotídeo.
Fosa
Craneal posterior: Aloja el polo occipital del
cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico. Formada por la cara interna del
occipital, la cara posterior de la porción petrosa y la cara interna de la
región mastoidea del temporal. Los orificios que destacan son: el agujero
magno, el canal del nervio hipoglosos, el agujero yugular, y el poro acústico
interno.
De cada una
de ellas deben precisar según las orientaciones del CD de la asignatura, los
límites, huesos que la forman y sus comunicaciones.
·
Norma sagital
La norma
sagital permite observar la superficie interior de la cavidad craneal, pero la
zona más compleja y de interés médico corresponde a la cavidad nasal, a cuya
caracterización deberán prestar la mayor atención en el estudio independiente
de estos contenidos.
RESUMEN DE LOS
AGUJEROS DEL CRÁNEO
AGUJEROS
|
UBICACIÓN
|
ESTRUCTURAS QUE
PASAN
|
Agujero
carotídeo
|
Porción
petrosa del temporal
|
Arteria
carótida interna
N.
simpáticos del ojo
|
Conducto
del nervio hipogloso
|
Superior a
la base de los cóndilos occipitales.
|
Nervio
hipoglosos (XII)
Rama de la
arteria oftálmica.
|
Agujero
infraorbitario
|
Maxilar,
inferior a la órbita
|
Nervios y
vasos infraorbitarios.
Ramo
maxilar del trigémino.
|
Agujero
yugular
|
Entre la
porción petrosa del temporal y el occipital
|
Vena
yugular interna.
Nervioscraneales
IX; X y XI
|
Agujero
rasgado anterior
|
Anterior –
esfenoides
Posterior
– porción petrosa
Medial –
esfenoides y occipital.
|
Ramos de
la arteria faríngea ascendente.
|
Agujero
magno
|
Hueso
occipital
|
Tronco
encefálico
Arterias
vertebrales y espinales.
|
Agujero
mandibular
|
Superficie
medial de la rama mandibular.
|
Nervios y
arterias alveolares inferiores.
|
Agujero
mastoideo
|
Borde
posterior del proceso mastoideo del temporal.
|
Vena que
drena en le seno transverso y una rama de la arteria occipital.
|
Agujero
mentoniano
|
Inferior
al 2º diente premolar en la mandíbula
|
Vasos y
nervios mentonianos.
|
Agujeros
lámina cribosa
|
Lámina
cribosa del etmoides
|
Nervios
olfatorios
|
Canal
óptico
|
Entre las
porciones superior e inferior del ala menor del esfenoides.
|
Nervio
óptico.
Arteria
oftálmica
|
Agujero
oval
|
Ala mayor
del esfenoides
|
Rama
mandibular del trigémino.
|
Agujero
redondo
|
Ala mayor
del esfenoides
|
Ramo
maxilar del trigémino.
|
Agujero espinoso
|
Ala mayor
del esfenoides
|
Arteria
meníngea media
|
Agujero
estilomastoideo
|
Temporal:
entre el proceso estiloideo y mastoideo
|
Nervio
facial
Arteria
estilomastoidea
|
Agujero
supraorbitario
|
Frontal: borde supraorbitario
|
Nervios y
arterias supraorbitarias
|
Poro
acústico interno
|
Porción petrosa del temporal
|
Nervio
facial
|
ANATOMÍA RADIOLÓGICA
El cráneo
del organismo vivo se puede estudiar a través del método imagenológico.
Recuerden
los conceptos de radiotransparencia y radioopacidad e identifiquen en vistas
radiográficas laterales del cráneo, detalles como la silla turca del
esfenoides, el peñasco del temporal, el seno maxilar, el seno frontal y las
porciones de la mandíbula, y en una vista anterior los senos frontal, cavidades
orbitarias y apertura piriforme orientados en la clase de hoy.
Otro aspecto
importante es la anatomía de superficie del
cráneo, en particular la palpación de la protuberancia occipital
externa, el proceso mastoideo del temporal, los ángulos mandibulares, el mentón,
las eminencias parietales y frontales, la glabela, los arcos superciliares y
cigomáticos y los cóndilos de la mandíbula entre otros.
CONCLUSIONES
·
El neurocráneo deriva del mesodermo paraxil y
las células de las crestas neurales, experimenta osificación membranosa en la
bóveda y endocondral en su base, mientras que el viscerocráneo deriva de los
dos primeros arcos faríngeos y de las crestas neurales, y su osificación es
membranosa.
·
Los huesos
del cráneo cumplen con las funciones generales de sostén, protección,
forma y movimiento; integrándose en un todo mediante uniones fibrosas, cartilaginosas
y sinoviales.
·
Las normas craneales representan una síntesis
por planos de las características morfofuncionales de esta parte del esqueleto.
Craneo
Reviewed by RabwinparaCristo
on
septiembre 14, 2017
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