El gran avivamiento de la calle azusa , William J Seymour

 William Joseph Seymour (2 de Mayo de 1870 – 28 de Septiembre de 1922)

 fue un Pastor estado Unidesen iniciador del movimiento religioso llamado pentecostalista.

Vida temprana

       Willian Joseph Seymour nació el 2 de mayo de 187 en Centerville Lusiana, hijo de los  antiguos esclavos, Simon y Phyllis Seymour. Como hijo de antiguos esclavos en el sur de la posguerra civil, Seymour creció con el conocimiento de lo que realmente la desigualdad radical. De joven asistió a una iglesia bautista segregado. En este momento comenzó a experimentar visiones y sueños. Estas visiones y sueños eran, según Seymour, de DIOS. Seymour no siempre entendió estas visiones, sin embargo, creía que le estaban mostrando algo que estaba por venir, estas visiones duraron mas allá de la infancia cuando William tenia veintitantos años y vivía en Indianápolis, contrajo viruela y la ceguera le golpeo el ojo izquierdo. Durante su combate con la viruela, tuvo una visión en la que le dijeron que si respondía a la llama de su vida para predicar que se le quitaría la viruela. Seymour acepto  el encargo de predicar y se recupero de la viruela. Su ceguera, sin embargo, no fue temporal; sufrió con eso hasta su muerte, un recordatorio de su desobediencia a DIOS.

    En 1900, Seymour salió de Indianápolis hacia Cincinnati  fue en Cincinnati donde fue presentado al movimiento de santidad. Se unió a una iglesia de la Iglesia de DIOS que creía en la santificación total, la curación divina, el premilenialismo y la efusión del Espíritu Santo en los últimos días. En esta iglesia Seymour, sin duda se familiarizo con la doctrina que luego incorporaría a su propia marca de pentecostalismo. Seymour permaneció en Cincinnati por tres años más. Poco se sabe acerca de sus actividades durante esos años, pero se puede suponer que las paso creciendo en su fe y preparándose para predicar la palabra de DIOS.

Los  años de Texas

      William Seymour se mudo a Texas en 1903. La mayoría cree que fue a Texas en busca de los hermanos de sus padres que fueron vendidos durante los años de esclavitud. Al llegar a Texas, Seymour se unió a una iglesia de santidad. La pastora de esta iglesia, una mujer afroamericana llamada Lucy Farrow, se entero del interés de Seymour en los dones  espirituales y la efusión del Espíritu Santo  en los últimos tiempos. Ella le aconsejo que constatara a un maestro de santidad llamado Charles Fox Parham. Dos años antes, en topaka Kansas, bajo la tutela de parhan, Agnes Ozman experimento glosolalia o hablar en lenguas. Después de este incidente, Parham comenzó una escuela bíblica en Houston, Texas, para instruir a otros en esta “Fe” apostólica que se caracterizo por el bautismo del Espíritu Santo. Farym insto a Seymour a asistir a la escuela de Parham.

     William Seymour asistió a la escuela de Parham, pero no fue en circunstancias ideales. La ley de Texas prohibió a los negros asistir a clases con blancos, asi que Seymour asistió a clase sentado en el pasillo. Existe cierta controversia sobre los detalles en este momento. Algunos creen que Parham dio la bienvenida a la presencia de Seymour y alentó su asistencia, mientras que otros sostienen que Parham tenía inclinación racista y estaba consternado por la presencia de Seymour en su escuela. Como en cualquier otra parte de su vida, Seymour nuevamente experimentaba discriminación y odio, aspectos de la vida religiosa y de la vida en general que oara William no coincidían con las enseñanzas bíblicas de Cristo ni con la iglesia de los hechos. Sin embargo Seymour asistió a la escuela y acepto la doctrina de Parham sobre el bautismo del Espíritu Santo a través del hablar en lenguas y comenzó a enseñar a otros acerca de esto cuando se le dio la oportunidad. En este punto de su carrera, Seymour no había experimentado lenguas en si mismo, pero creía que las lenguas marcarían el comienzo del avivamiento en los últimos días y que las lenguas eran bíblicas.

    Seymour permaneció en Texas bajo la enseñanza de Parham hasta 1906. El tiempo en Texas fue parte integral de lo que estaba por venir. En Texas, William Seymour afino sus creencias e ideas sobre los dones espirituales y la llenura del Espíritu Santo. Mientras estaba en Texas, Seymour también tuvo la oportunidad de practicar la enseñanza y la predicación en la iglesia de farrow y otras iglesias afroamericanas, así como ocasionalmente con Parham. El perfecciono sus habilidades y doctrina en Texas. Sin la estadía en Texas, se podría argumentar que Seymour nunca habría aprendido y deseado el bautismo del Espíritu Santo ni habría tenido la oportunidad de ir a los Ángeles si no hubiera ido a Los Ángeles, su renacimiento en la calle Azusa nunca habría ocurrido y el  movimiento pentecostal se habría desarrollado de manera muy diferente.

Calle Azusa: Comienzos

    Julia Hutchins, Pastora de una iglesia de santidad en los Ángeles, invito a William Seymour a ayudarla en 1906. Con el apoyo de Charles Parham y Lucy Farrow, Seymour se fue a los Ángeles. Lo que sucedería cambiaria su vida y la de miles de personas de la manera más profunda. Una vez en los Ángeles, William comenzó a predicar su nueva doctrina, que se llamaba Pentecostalismo debido a  su base bíblica en hechos 2:4 Hutchins no acepto su enseñanza sobre el don de lenguas y se negó a dejarlo ministrar en su iglesia.

    Este incidente no impidió que se escuchara la  enseñanza de Seymour. Poco después de que Hutchins rechazara su enseñanza, Seymour fue invitado a la de Richard Asberry, una pequeña casa en 214 Bonnie Bray Street. Fue en esta casa después de meses de ayuno y oración que William Seymour y muchos otros recibieron el bautismo del Espíritu Santo Rápidamente se corrió la voz sobre el incidente y pronto muchos llegaron a escuchara Seymour predicar y enseñar desde el porche de la calle Bonnie Bray. Grandes multitudes comenzaron a invadir la casa, entusiasmados no solo de presenciar los extraños sucesos, sino también de escuchar el mensaje de Seymour. Seymour no solo predico lenguas sino que también predico sobre el amor de Jesús y retrato este amor como un carpintero, no un divisor. En la calle Bonnie Bray, mucho no solo comenzaron a escuchar y experimentar el bautismo del Espíritu Santo y el liderazgo intergenero, ambas rarezas del día. Estas rarezas estaban en concordancia con la visión de William Seymour del amor de Cristo.

   Debido a la falta de espacio en la calle Bonnie Bray, Seymour busco un edificio para albergar sus reuniones. William Seymour encontró un edificio abandonado de cuarenta por sesenta pies que había sido un establo en la calle Azusa. Este era el sitio de las reuniones de avivamiento que ocurrió tres veces al día, siete días a la semana y se llamaba Misión Apostólica. Rápidamente, la calle Azusa se convirtió en una atracción. Miles de personas de toda la ciudad, el país y el mundo vinieron a admirar y experimentar las reuniones. Los tiempos de los Ángeles publicaron artículos que hablaban cínicamente sobre las reuniones documentando el “extraño balbuceo de lengua”  y hablando despectivamente sobre los  afroamericanos presentes.

   Estos artículos que estaban destinados a burlarse en realidad causaron más atención en las  reuniones. Además de la “mala” prensa,  muchos otros informaron sobre la reunión profesando las maravillas y las bendiciones que se otorgan a los asistentes. Estas cuentas también hicieron que muchos acudieran en masa a la calle Azusa. Los aspectos espirituales y sobrenaturales de la reunión fueron fenomenales y, para muchos, la razón de venir. Aunque estos fueron de gran importancia, no fueron tan amplios como el mensaje de Seymour que acompaño su enseñanza del bautismo del Espíritu Santo.

Calle Azusa: El mensaje

   En la calle Azusa, multitudes de personas experimentaron y presenciaron el derramamiento de lo que muchos estaban convenidos de la lluvia tardía. Quizás incluso más impactante que eso fue lo que la gente escucho y practico allí. En la calle Azusa, Seymour predico el amor de DIOS, un amor que no presto atención al color o al género. Seymour quería que la gente abrazara el bautismo del Espíritu  Santo, pero aun más quería que la gente conociera el amor de DIOS. Un amor que realmente creía que podría borrar los limites provocados por la segregación y la discriminación. Seymour a menudo escribía y decía a otros, cuando discutía la posición de los pentecostales; “No estamos luchando contra hombres o iglesia, sino que buscamos desplazar formas y credos muertos y fanatismos mundiales mientras vivimos el Cristianismo practico”.  Amor, Fe, Unidad “son nuestras palabras clave y “victoria a través de la sangre expiatoria “nuestro grito de batalla”. Y advirtió a la gente que no solo se concentre en el mensaje de las lenguas sino que: “¡hablen acerca de Jesús!”. Este mensaje se puso en práctica en la calle Azusa. En los servicios de adoración, negros, blancos e hispanos adoraban juntos y se imponían mutuamente en oración. No había líneas para dividir a las personas en función de la raza. Frank Bartlemen, testigo ocular del renacimiento de la calle Azusa, quedo tan impresionado por la armonía radical que proclamo que “en la calle Azusa, la línea de color fue arrastrada por la sangre”. También en las reuniones las mujeres y los hombres estaban en el liderazgo posiciones predicando y exhortando a la congregación.  Para William Seymour, esta era la visión que él, hijo de esclavos y victima de racismo, había deseado ver toda su vida.