La Gametogenesis Fertilidad y desarrollo preembrionario.
LA GAMETOGÉNESIS
La gametogénesis, es el proceso de formación de células sexuales maduras o gametos. Este proceso en el sexo femenino recibe
el nombre de ovogénesis y en el masculino de espermatogénesis, los que tienen
características comunes como sus etapas, la reducción del número de cromosomas
y los cambios morfológicos en las células resultantes, pero a la vez se
distinguen en ellos características propias que los diferencian entre sí.
La gametogénesis tiene como resultado
final a los gametos, que son las células sexuales
maduras aptas para la fecundación. Observen
que tienen características morfológicas diferentes según el sexo, debido a su
adaptación para las funciones especiales que desempeñan en la reproducción,
destacándose en el ovocito, su gran volumen, la cubierta brindada por la corona
radiada y la zona pelúcida y en el espermatozoide su pequeño tamaño y la
presencia de la cola.
Los gametos se originan a partir de las células germinativas primordiales, que
aparecen en las paredes laterales del saco vitelino y migran hasta las gónadas
en desarrollo.
Los gametos son células haploides, a
diferencia de las somáticas que son diploides.
Tanto la ovogénesis como la espermatogénesis presentan tres
períodos sucesivos similares que son:
El período de proliferación,
durante el cual las células germinativas primordiales, ubicadas desde etapas
tempranas del desarrollo en las gónadas en formación, se dividen repetidamente
por mitosis para dar lugar a las gonias.
Un período de crecimiento que se caracteriza por el rápido aumento de
tamaño de las ovogonias que dan origen entonces a los ovocitos primarios. Todos estos grupos celulares son
diploides.
Y un período de maduración
durante el cual ocurre la meiosis.
En la meiosis hay dos divisiones
consecutivas precedidas de una sola duplicación del ADN, por lo que se reduce a
la mitad el número de cromosomas de la célula y además se intercambian bloques de genes entre cromosomas
homólogos permitiendo
la variabilidad genética.
- Ovogénesis.
El proceso de ovogénesis comienza en la vida prenatal, con la proliferación temprana de las células
germinativas primordiales, que se diferencian
en ovogonias, una vez que han migrado a las gónadas genéticamente
femeninas.
En el período de crecimiento
las ovogonias dan origen a los ovocitos primarios y en el período de
maduración los ovocitos primarios dan origen en la primera división meiótica a
un ovocito secundario y a un corpúsculo polar, destacándose una mayor cantidad
de citoplasma en el ovocito.
La segunda división meiótica llega a su término solo si el ovocito es
fecundado, en ese caso el ovocito secundario da origen a un ovocito maduro y un
segundo corpúsculo polar. Si esto no ocurre la célula degenera aproximadamente
24 horas después de la ovulación.
Al final de este proceso se obtienen
cuatro células, pero sólo una es apta y continúa su desarrollo dando origen al
huevo o cigoto.
Este proceso que comenzó en etapa prenatal, se detiene al nacimiento
en la profase de la primera división meiótica y continúa en la pubertad con la
proliferación de 4 a
6 ovocitos cada 28 días de forma cíclica. Estos ciclos se repiten durante la
vida fértil de la mujer y se detienen alrededor de los 50 años con la
menopausia.
Los ovocitos desde la etapa prenatal se encuentran en el ovario
rodeados por un grupo de células conocidas como células foliculares, formando
los folículos primordiales. En cada ciclo ovárico comienzan a madurar de 4 a 6 folículos primordiales y
solo uno, generalmente, llega a folículo maduro, reiniciándose entonces la
primera división meiótica del ovocito;
para el día 14 del ciclo se
expulsa en la ovulación un ovocito secundario que tiene detenida la segunda división meiótica,
la que sólo se termina si el ovocito es fecundado.
- Espermatogénesis.
Durante la vida prenatal en el varón
ocurre la formación de un estrato o capa de células germinales o “células
madres” que se mantienen inactivas hasta la pubertad, momento en que comienza
realmente el proceso de espermatogénesis, transitando por el período de proliferación donde las células
germinativas primordiales dan origen a las espermatogonias; en el período de
crecimiento se originan los
espermatocitos primario y en el período de maduración, los espermatocitos
primarios dan origen a dos espermatocitos secundarios durante la primera división meiótica y a cuatro
espermátides en la segunda división, que experimentan la espermiogénesis dando
lugar a los espermatozoides, al final de este proceso se obtienen cuatro
células aptas para fecundar.
En el hombre el proceso de
gametogénesis es continuo y se extiende
hasta una edad avanzada.
En la espermatogénesis ocurre un
período adicional que es conocido como espérmiogénesis en el que las
espermátides experimentan cambios morfológicos y se transforman en
espermatozoides, estos cambios son:
- Condensación del núcleo.
- Eliminación de la mayor parte del citoplasma.
- Formación del acrosoma
- Formación de un cuello, una pieza intermedia y una
cola.
GAMETOS ANORMALES
En el semen pueden encontrarse espermatozoides anormales, con doble cabeza,
doble cola, enanos o gigantes. Los espermatozoides con anomalías morfológicas
tienen disminuida su movilidad. Estas alteraciones pueden ser detectadas en el
espermiograma y son con frecuencia causa de infertilidad masculina.
La presencia de gametos anormales en
el sexo femenino es poco frecuente y puede consistir en la existencia de dos y
tres núcleos en un ovocito primario, los que mueren antes de llegar a la
madurez.
Durante la meiosis, un par de
cromosomas homólogos, previa duplicación de su ADN, se separan durante la
primera división, de modo que cada célula hija recibe un miembro de cada par,
durante la segunda división, se separan las cromátides y cada célula hija recibe
23 cromosomas de cromátides únicas.
Sin embargo, en ocasiones la
separación no ocurre durante la primera o segunda división meiótica.
Consecuentemente una célula recibe 24 cromosomas y la otra 22, en lugar de recibir ambas los 23 cromosomas correspondientes.
Cuando, al producirse la fecundación
un gameto que posee 23 cromosomas se combina con un gameto que posee 24 cromosomas,
resulta un individuo con 47 cromosomas, pues tiene un cromosoma de más en uno
de sus pares o sea una trisomía, mientras que al combinarse un gameto con 23
cromosomas con otro que solo porta 22, resulta un individuo con 45 cromosomas,
pues le falta un componente de un par, resultando una monosomía.
La incidencia de anomalías
cromosómicas en la mujer, incluida la no disyunción, aumenta con la edad, a
partir de los 35 años.
Una de las trisomías más conocidas es el
síndrome de Down, causado por una copia de más en el cromosoma 21.
FECUNDACIÓN
Una vez formados los gametos, estos
deben encontrarse para lograr la fecundación, para ello deben trasladarse hasta
el sitio donde esta ocurre.
Los espermatozoides formados en el
testículo, pasan al epidídimo donde maduran, posteriormente ascienden por el
conducto deferente, sumándoseles las secreciones de las vesículas seminales y
prostática, para constituir el semen, que sale por la uretra.
En la mujer, poco antes de la
ovulación las fimbrias de las tubas uterinas cubren la superficie del ovario,
al ocurrir la ovulación las contracciones rítmicas de la misma, llevan al
ovocito con algunas células foliculares hacia ella, donde los movimientos de
los cilios y las contracciones de la capa muscular lo transportan hacia el
útero.
Los espermatozoides son depositados en
la vagina, donde existe un pH ácido que destruye gran parte de ellos.
Debido a la movilidad de los
espermatozoides y a las contracciones uterinas, cierta cantidad asciende por el
útero y las tubas, alcanzando el tercio externo de estas.
Los espermatozoides recién eyaculados
no pueden fecundar, a su paso por el útero y las tubas experimentan un proceso de acondicionamiento previo a la
fecundación, denominado capacitación.
Durante este proceso el espermatozoide
adquiere su capacidad fecundante; para ello, se elimina una capa de
glucoproteínas y proteínas plasmáticas de la membrana que recubre al acrosoma.
Únicamente los espermatozoides
capacitados pueden pasar a través de las células de la corona radiada y
experimentar la reacción acrosómica. La misma se produce al unirse el
espermatozoide a la zona pelúcida y consiste en la liberación de enzimas del
tipo de acrosina y tripsina necesarias para penetrar la zona.
La fecundación es el proceso en
virtud del cual se fusionan los gametos masculino y femenino. Esta se produce
en la porción ampular de la tuba uterina.
Consta de tres fases que son:
- Penetración de la corona radiada.
- Penetración de la zona pelúcida.
- Fusión de las membranas celulares del ovocito y del
espermatozoide.
Para penetrar la corona radiada se
hace necesaria la dispersión de las células foliculares que la conforman. En ello
participan enzimas de la mucosa tubárica y de los espermatozoides.
La capacidad motriz de los
espermatozoides es importante, pues de los 200 a 300 millones
depositados en la vagina solo 300
a 500 llegan al sitio de fecundación y sólo los
capacitados pasan a través de la corona radiada.
La zona pelúcida es atravesada por los
espermatozoides gracias a las enzimas que se liberan por el acrosoma durante la
reacción acrosómica.
El espermatozoide que primero logre
atravesar la zona pelúcida se pone en contacto con la membrana plasmática del
ovocito.
Las membranas plasmáticas del ovocito
y el espermatozoide se fusionan en el sitio de unión, penetrando en el
citoplasma del ovocito solo la cabeza y la cola del espermatozoide, mientras
que su membrana celular queda en el exterior.
Tan pronto como el espermatozoide
penetra en el ovocito este responde de la manera siguiente:
·
Reacción cortical y de zona.
·
Reanudación de la segunda división meiótica y
·
Activación metabólica del huevo, que permite
los fenómenos celulares y moleculares
relacionados con las primeras etapas del desarrollo. Es probable que el
factor activador sea transportado por el espermatozoide.
En la reacción cortical se produce la
liberación de enzimas lisosómicas por gránulos corticales que se encuentran por
debajo de la membrana plasmática del ovocito, estas enzimas provocan cambios de
las propiedades de la membrana plasmática y de la estructura y composición de
la zona pelúcida, las que se hacen impermeables a otros espermatozoides, de tal
manera se impide la polispermia.
La penetración del espermatozoide
activa la reanudación de la segunda división meiótica del ovocito y la
formación del segundo cuerpo polar.
El núcleo del ovocito se convierte en
el pronúcleo femenino, mientras que el núcleo del espermatozoide forma el
pronúcleo masculino. Ambos son haploides y morfológicamente
indistinguibles.
Durante su crecimiento se aproximan y
establecen contacto íntimo entre sí, perdiendo sus envolturas nucleares con lo
que se inicia la división mitótica previa duplicación del ADN.
Posteriormente, los 23 cromosomas
maternos y los 23 paternos se disponen en el huso, se dividen longitudinalmente
por el centrómero y las cromátides se desplazan hacia polos opuestos para
brindar a cada célula del cigoto el número diploide normal de cromosomas y la
cantidad normal de ADN.
Simultáneamente aparece un profundo
surco en la superficie de la célula que gradualmente divide al citoplasma en
dos partes, para originar las primeras blastómeras.
A manera de resumen podemos plantear
que la fecundación es un proceso
que trae como resultado:
- La formación de un cigoto que contiene una nueva
combinación de cromosomas diferentes a las de sus progenitores, este
mecanismo constituye la base de la herencia y de la variación de la
especie humana.
- El restablecimiento del número diploide de
cromosomas.
- La determinación del sexo del nuevo individuo, en
dependencia del cromosoma sexual que aporte el espermatozoide.
- Inicio de la segmentación con la primera división
mitótica del cigoto.
SEGMENTACIÓN
La segmentación consiste en una serie
de divisiones mitóticas sucesivas que
experimenta el huevo o cigoto durante su
desplazamiento por la tuba uterina en dirección al útero durante la primera
semana del desarrollo.
Con la primera división se obtiene el
cigoto bicelular y se identifican las blastómeras, estas células se tornan cada
vez más pequeñas con las divisiones sucesivas en la medida que se comparte el
citoplasma ovular entre ellas, hasta alcanzar, la proporción núcleo_citoplasma
de la especie; a partir de ocho blastómeras ocurre la compactación celular.
Se mantiene la zona pelúcida y el
tamaño del huevo no varía. Este es el único momento del desarrollo en que a
pesar de existir proliferación celular no hay crecimiento.
Tres días después de la fecundación
las células vuelven a dividirse para formar una estructura de 16 blastómeras
denominada, mórula, en ella se diferencia un grupo celular central denominado
masa celular interna y otro periférico, la masa celular externa.
Cuando la mórula llega al útero
experimenta cambios que la convierten en una estructura denominada blastocisto.
Podemos resumir que con la
segmentación se produce un aumento del número
de células en la medida que disminuye el tamaño de las mismas, restableciéndose
la relación núcleo/citoplasma con aumento de la movilidad celular e inicio de
la diferenciación.
DESARROLLO DEL BLASTOCISTO
Las transformaciones morfológicas que
experimenta la mórula para dar lugar al blastocisto se relacionan con la
entrada de líquido por la zona pelúcida, apareciendo un espacio en su interior
denominado blastocele, que hace que las blastómeras se separen.
Las células de la masa celular interna
se desplazan hacia un polo para formar el embrioblasto; denominándosele a este
extremo polo embrionario; mientras que las células de la masa celular externa
se sitúan en la periferia formando el trofoblasto.
El blastocisto permanece libre en el
útero por dos días, nutriéndose de las secreciones de las glándulas uterinas
mientras que la zona pelúcida va degenerando.
IMPLANTACIÓN
Al sexto día del desarrollo prenatal
el blastocisto comienza su implantación en la pared anterior o posterior del
cuerpo del útero, este es un proceso que comienza en la primera semana de
desarrollo y culmina durante la segunda.
Durante la implantación las células
trofoblásticas relacionadas con el polo embrionario, comienzan a penetrar entre
las células epiteliales de la mucosa uterina, proceso en el que participan de
forma activa ambos tejidos.
Para que ocurra la implantación es
necesario un proceso de preparación del endometrio uterino que se logra a
través de las diferentes etapas del ciclo sexual femenino.
CICLO SEXUAL FEMENINO
Desde la pubertad hasta la menopausia
el endometrio experimenta cambios cíclicos, regulados hormonalmente por el
ovario, que a su vez es controlado por la adenohipófisis y el hipotálamo.
Durante el ciclo menstrual el
endometrio pasa por diferentes fases, en la proliferativa se produce la
regeneración del endometrio por efecto de los estrógenos producidos en los
folículos ováricos bajo la influencia de las hormonas gonadotrópicas. La fase
secretora se inicia 2 o 3 días después de la ovulación en respuesta a la
progesterona producida por el cuerpo lúteo. Si no se produce la fecundación
ocurre el desprendimiento del endometrio, lo que señala el inicio de la fase
menstrual.
Cuando se produce la fecundación el
endometrio colabora en la implantación del blastocisto, para ello la mucosa
uterina debe estar en fase secretora o progestacional.
La implantación conlleva a la
formación de un cuerpo lúteo del embarazo productor de abundante progesterona.
En ocasiones la implantación se
produce fuera del útero, lo cual origina los embarazos extrauterinos o
ectópicos, estos pueden localizarse en
diferentes sitios de la tuba uterina, en la cavidad abdominal, fundamentalmente
a nivel del peritoneo o del epiplón. El ovario puede ser otro sitio de
localización.
Estos embarazos terminan alrededor del
segundo mes con la muerte del embrión, y un cuadro grave con hemorragia y dolor
abdominal.
Algunas veces la implantación se
produce en sitos anormales dentro del útero como puede ser la vecindad del
orificio uterino interno, ocasionando posteriormente una placenta previa.
El 95 % de los embarazos ectópicos se
encuentran localizados en las tubas uterinas, en su mayor parte en la ampolla o
en el tercio externo de éstas.
El conocimiento de los eventos de la
gametogénesis, la fecundación, la fisiología del ciclo reproductor femenino e
implantación, ha despertado gran interés científico y público en el campo de la
medicina de la reproducción, para dar
respuesta a dos aspectos que desde ángulos diferentes, demandan de la ciencia
soluciones concretas, nos referimos a los métodos anticonceptivos y al
diagnóstico y tratamiento de la infertilidad.
CONTRACEPCIÓN
El control de la natalidad ha sido una preocupación en todas las
épocas, por lo que el ser humano ha realizado numerosos esfuerzos orientados a
la búsqueda de métodos, que le permitan a la mujer pensar y vivir la maternidad
no como su destino, sino como una opción.
Los métodos anticonceptivos ayudan a las parejas a tener el número de
hijos que desean y en el momento en que estén mejor preparados.
Existen diferentes tipos de métodos anticonceptivos, con diferentes
mecanismos de acción, ventajas y
desventajas. Cada pareja debe escoger con la ayuda del médico, el método que más le conviene de acuerdo a su
salud, edad, número de hijos que tenga y necesidades. Es indudable que no
existe el método anticonceptivo ideal.
Los mecanismos de acción de los
anticonceptivos pueden estar dirigidos fundamentalmente a:
·
Evitar la unión del óvulo con el
espermatozoide. Estos métodos constituyen barreras para evitar la fecundación,
de ellos, el más simple y ampliamente defendido en la actualidad es el condón
que también evita las infecciones de transmisión sexual.
·
Inhibir la ovulación es el mecanismo de
acción de los anticonceptivos hormonales que actúan sobre el hipotálamo y la
hipófisis impidiendo la función gonodotrófica. Estos pueden ser de
administración oral, inyectables o implantes.
·
Afectar la implantación, es el objetivo de
los dispositivos intrauterinos, ya que
estimulan una reacción de cuerpo extraño en el endometrio, efecto que se
potencializa cuando contienen iones metálicos.
INFERTILIDAD
La realización plena de una pareja
demanda de un hijo, sin embargo son numerosas las que presentan problemas con
la fertilidad.
Se considera que una pareja no es fértil cuando no ha conseguido un
embarazo después de 2 años de mantener relaciones sexuales estables, sin ningún
tipo de contracepción.
Para determinar las causas de
infertilidad se deben estudiar ambos miembros de la pareja a fin de aplicar un
tratamiento adecuado.
La infertilidad masculina puede
traducirse en alteraciones en el eyaculado como la ausencia de espermatozoides,
el número insuficiente, o la escasa movilidad de los mismos entre otras.
La infertilidad en la mujer también
obedece a varias causas, la más frecuente es la obstrucción de la tuba uterina
secundaria a enfermedad inflamatoria pélvica. Otras pueden ser la falta de
ovulación y el moco cervical hostil.
Las técnicas de reproducción asistida, tienen el objetivo de resolver
los problemas de infertilidad que afectan a un número de parejas cada vez
mayor. En los últimos 50 años su desarrollo ha sido considerable, planteando
nuevos dilemas éticos y terapéuticos.
Dependiendo de la causa de la infertilidad, la técnica que se emplea
es diferente, ejemplos de estas técnicas son:
La estimulación hormonal de la ovulación, inseminación artificial,
fecundación in vitro con transferencia de embriones, transferencia
intratubárica de gametos o inyección intracitoplasmática de espermatozoides.
CONCLUSIONES
o
En la ovogénesis y la espermatogénesis se
forman las células sexuales maduras, con características morfofuncionales
específicas que garantizan el aporte genético de ambos progenitores al cigoto.
o
Con la fecundación se da inicio al
desarrollo, se determina el sexo cromosómico del futuro individuo, se
restablece el número diploide de cromosomas y se garantiza la variabilidad
genética.
o
Durante la primera semana el cigoto
experimenta divisiones celulares que restablecen la proporción núcleo
citoplasma, así como transformaciones que permiten su implantación en el
endometrio en fase secretora.
o
El fundamento biológico de la planificación
familiar y de las causas de infertilidad, se basa en los procesos de
gametogénesis, tránsito de los gametos, fecundación e implantación del cigoto.
La Gametogenesis Fertilidad y desarrollo preembrionario.
Reviewed by RabwinparaCristo
on
septiembre 14, 2017
Rating:
excelente inf
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