Evolución Humana
La evolución humana es la ciencia que estudia el
desarrollo biológico y cultural de la especie Homo sapiens, el ser
humano actual. El estudio de la evolución del hombre se basa en un gran número
de fósiles hallados en diversos lugares de África, Europa y Asia. También se
han descubierto numerosos utensilios y herramientas de piedra, hueso y madera,
así como restos de fogatas, campamentos, asentamientos y enterramientos. A raíz
de estos descubrimientos, que pertenecen al campo de la arqueología y la
paleoantropología, se ha podido realizar una reconstrucción histórica de la
evolución humana, dentro del grupo de los primates, durante los últimos 5
millones de años (Figura 1.8).
Figura
1.8: Evolución de los primates. Los
estudios moleculares, anatómicos y de fósiles arrojan que existe una gran
similitud entre el hombre actual y los monos más evolucionados como el Gorila y
el Chimpancé, por lo que muchos científicos plantean la existencia de un
ancestro común para dichos organismos (Figura 1.9).
Figura
1.9: Cráneo y arcada dentaria del Gorila y
del hombre actual. El hombre actual está clasificado en: - Reino Metazoos
(animales pluricelulares)
- Reino
Metazoos (animales pluricelulares)
- Filo
Cordados (animales con notocordio)
- Subfilo Vertebrados (animales con columna
vertebral)
- Clase Mamíferos (animales con glándulas
mamarias)
- Orden
Primates (prosimios, monos y hombre)
- Familia Homínidos (hombres primitivos y
hombre actual)
-
Género: Homo - Especie: Homo sapiens
-
Subespecie: Homo sapiens sapiens
Se
plantea que a partir de un grupo de primates primitivos denominados Dryopithecus,
se originaron por un proceso evolutivo de millones de años, dos grupos
diferentes: los póngidos (Gibón, Orangután, Chimpancé y Gorila) y los Ramapithecus
los cuales a su vez originaron a los homínidos (Australopithecus y
los individuos del género Homo):
Los Dryopithecus
eran individuos cuadrúpedos, arborícolas, vivían en hábitats boscosos y
tenían caninos grandes pero no muy robustos. Los Ramapithecus presentaban
incisivos y caninos reducidos, el rostro corto y una mandíbula robusta y poco
elevada (Figura 1.10).
Figura
1.10: Dryopithecus (A). Ramapithecus (B). Los Australopithecus poseían
una gran adaptabilidad a la vida en las praderas y bosques, dieta vegetal con
tendencia a una alimentación omnívora, cráneos no tan robustos, reducción del
tamaño de los dientes, aumento del cerebro y marcha bípeda
Existen varias especies de Australopithecus,
entre los que se encuentran Australopithecus
anamensis, Australopithecus ramidus, Australopithecus afarensis, Australopithecus
rudolfensis, Australopithecus robustos y Australopithecus africanus (Figura 1.12). De todos ellos se considera que el Australopithecus africanus es el que origina a los individuos del género Homo.
anamensis, Australopithecus ramidus, Australopithecus afarensis, Australopithecus
rudolfensis, Australopithecus robustos y Australopithecus africanus (Figura 1.12). De todos ellos se considera que el Australopithecus africanus es el que origina a los individuos del género Homo.
Figura
1.12: Australopithecus afarensis (A, B). Australopithecus africanus (C).
Entre las características generales del género Homo se encuentran la tendencia
cosmopolita, una mayor adaptabilidad al ambiente, alimentación omnívora,
aumento de tamaño y del cerebro, bipedalismo eficiente y uso de herramientas.
Entre los ejemplos del género Homo se encuentran el Homo habilis, Homo ergaster,
Homo erectus, Homo
antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neanderthalensis y Homo sapiens (Figura 1.13). Dentro del Homo sapiens se encuentra el Homo sapiens fossilis (Hombre de Cro – Magnon) y el Homo sapiens sapiens (Hombre actual) (Figura 1.14).
antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neanderthalensis y Homo sapiens (Figura 1.13). Dentro del Homo sapiens se encuentra el Homo sapiens fossilis (Hombre de Cro – Magnon) y el Homo sapiens sapiens (Hombre actual) (Figura 1.14).
Figura
1.13: Homo habilis (A). Homo ergaster (B). Homo erectus (C). Homo
antecessor (D). Homo heidelbergensis (E). Homo neanderthalensis (F).
Figura
1.14: Cráneo de los primeros Homo
sapiens. Entre los aspectos culturales más importantes de estos homínidos
se encuentran por ejemplo que el Homo habilis utilizaba utensilios de
piedra que incluían pequeños cuchillos afilados, trituradores y raspadores, que
servían para preparar los alimentos provenientes de vegetales y animales de
gran tamaño, que al parecer eran obtenidos como carroña y no por la vía de la
caza. El Homo erectus por su parte, poseía una nueva herramienta, el
hacha de mano, lo que indicaba la aparición de una tradición cultural en la que
las habilidades y el aprendizaje se trasmitían de una generación a la otra.
Además esta especie adquirió la capacidad de controlar el fuego y fue el
primero de los homínidos que habitó en el interior de las cavernas. El Homo
neanderthalensis utilizaba utensilios manuales de piedra mucho más
sofisticados que los del Homo erectus y enterraban a sus muertos
frecuentemente con alimentos, armas y flores de primavera surgiendo una
creencia en la vida después de la muerte. Ellos también, cuidaban a sus enfermos
y ancianos.
Para
determinar las relaciones evolutivas entre estos grupos de homínidos y el
hombre actual, se ha tenido en cuenta fundamentalmente los aspectos de sus
cráneos (Figura 1.15) y esqueletos (Figura 1.16), obtenidos a partir de los
hallazgos fósiles que aportan pruebas directas de la evolución.
Figura
1.15: Cráneos de homínidos.
Figura
1.16: Esqueletos de homínidos. Las
principales características anatómicas que diferencian al hombre actual (Homo
sapiens sapiens) del resto de los primates son: posición erecta y manos libres; brazos cortos, piernas largas y rectas; pie de planta plana y con dedo gordo que no puede separarse del resto; cara pequeña, corta y sin hocico; arcada dentaria de forma parabólica; caninos poco desarrollados; pulgar oponible de gran movilidad; columna vertebral con una curvatura típicamente humana; y un gran tamaño cerebral en comparación con el cuerpo.
sapiens sapiens) del resto de los primates son: posición erecta y manos libres; brazos cortos, piernas largas y rectas; pie de planta plana y con dedo gordo que no puede separarse del resto; cara pequeña, corta y sin hocico; arcada dentaria de forma parabólica; caninos poco desarrollados; pulgar oponible de gran movilidad; columna vertebral con una curvatura típicamente humana; y un gran tamaño cerebral en comparación con el cuerpo.
Sin
embargo, son las características conductuales las que hacen único al hombre, no
solo entre los primates, sino entre todos los seres vivos, entre los que se
destacan: andar bípedo; elaboración consciente de herramientas; gran capacidad
de aprendizaje por una infancia prolongada; conducta social muy compleja; dieta
omnívora; visión de la profundidad más precisa; lenguaje articulado; actividad
sexual continua; inteligencia extremadamente desarrollada; y elevado nivel
cultural. La comprensión actual de la evolución humana está basada en los
estudios fósiles descubiertos, pero el panorama dista mucho de estar completo. Solo
los futuros descubrimientos permitirán a los científicos cubrir las grandes
lagunas en la concepción actual de dicho proceso evolutivo. Mediante el uso de
complejos dispositivos tecnológicos, así como el mayor conocimiento de los
modelos geológicos, los antropólogos estarán en condiciones de señalar los
lugares más propicios para la búsqueda selectiva de nuevos fósiles. Además, los
estudios genéticos, incluyendo la posible extracción del ADN de los fósiles,
serán cruciales para reconstruir los orígenes del hombre. En los años venideros
esto producirá un gran avance para comprender la prehistoria de la humanidad.
Al mirar al hombre solo como una entidad puramente biológica, él es una más de
las cerca de millón y medio de especies vivientes que habitan en nuestro
planeta. Sin embargo, es el único organismo vivo que sabe que evoluciona y que
es capaz de influir sobre dicha evolución y como la evolución humana es un
proceso biológico –social, entonces el control de la evolución por el propio
hombre, puede ser también biológico – social. Ambos controles deben tener un
desarrollo paralelo, pues no se concibe que el hombre mejore su patrimonio
genético y al mismo tiempo, viva en un ambiente depauperado desde un punto de
vista social, por lo que ningún mecanismo de mejoramiento genético de la
especie humana será realmente efectivo, si no se eliminan todos los problemas
que impiden el mejoramiento social del hombre, básicamente la explotación de
unas clases por otras, el racismo, las guerras y muchas otras calamidades. La
evolución conllevó a que la materia se desarrollara gradualmente, alcanzando
diferentes grados de complejidad. El hombre para facilitar el estudio de esta,
la ha subdivido en los denominados niveles de organización de la materia.
Resumen:
Resumen:
La Tierra tiene una larga historia y todos los
organismos vivos incluyendo al ser humano se originaron en el transcurso de esa
historia de formas anteriores más primitivas. Esta evidencia acumulada está
formada por una trama tejida con miles y miles de datos concernientes a los
organismos del pasado y del presente, incluyendo estructuras anatómicas,
patrones de desarrollo embrionario y de comportamiento y más recientemente las
secuencias de información genética codificada en las moléculas de ADN de los
cromosomas”. Esta valoración general de los Biólogos Modernos resume la
importancia de incluir en este texto el tema sobre el Origen y Evolución de la
Vida con el objetivo de argumentar la importancia del proceso evolutivo ocurrido
en la materia como la forma que ha permitido el surgimiento y desarrollo de la
vida a través de la explicación de las teorías que existen y se mantienen
vigentes en la actualidad relacionadas con este tema.
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Evolución Humana
Reviewed by RabwinparaCristo
on
julio 24, 2019
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