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Periodo fetal normal y patológico, su evaluación.

PERÍODO FETAL
El período fetal, se extiende desde el comienzo de la novena semana hasta el nacimiento. Se caracteriza por la maduración de los tejidos y órganos y el rápido crecimiento del cuerpo.
La longitud fetal suele expresarse como longitud vértice-nalga, o por la longitud vértice-talón;  ésta medida  es menos útil por la dificultad de enderezar al feto; las mismas  se expresan en centímetros y se relacionan con la edad fetal, expresada en semanas o meses lunares.
El período fetal se divide en: precoz, intermedio y tardío. El período fetal precoz comprende entre la novena y 21 semanas; el período fetal intermedio, de la 21 a la 28 semanas, y el período fetal tardío, de la 28 a la 37 semanas.

§  Cambios morfofuncionales según la edad gestacional
Una de las modificaciones más notables que tiene lugar durante la vida fetal es el crecimiento relativamente más lento de la cabeza en comparación con el resto del cuerpo.
Al inicio del tercer mes la cabeza constituye aproximadamente la mitad de la longitud vértice nalga; al comienzo del 5to mes un tercio, y en el momento del nacimiento aproximadamente un cuarto de la longitud vértice talón.
Por lo que con el tiempo, el crecimiento del cuerpo se acelera mientras que el de la cabeza se torna más lento.
§  2° mes:
Al inicio de la novena semana la cara del feto es ancha,  los ojos están muy  separados y la implantación de las orejas es baja.
Es notorio el gran volumen del hígado en esta etapa y cómo hacia la semana 11, no se observa la hernia del intestino medio en el extremo proximal del cordón umbilical. 
§  3er mes:
Durante el 3er mes el feto crece rápidamente llegando casi a duplicar su talla y la mayor parte de los segmentos del cuerpo alcanzan las posiciones fetales definitivas. Sin embargo, la cabeza es aún relativamente grande y redonda.
Al final de la semana 12 la cara adquiere aspecto más humano. La frente es alta y prominente por el ensanchamiento de toda la región facial. Los ojos, antes orientados lateralmente, se localizan en la superficie ventral de la cara, los párpados  se han fusionado, cerrándose los sacos conjuntivales; las orejas se sitúan cerca de su posición definitiva  a los lados de la cabeza.
Las extremidades van alcanzando dimensiones proporcionales con el resto del cuerpo, aunque las inferiores se desarrollan más lentamente que las superiores; en esta semana se encuentran centros de osificación primarios en los huesos largos y el cráneo.
Al final del tercer mes, los genitales externos se desarrollan lo suficiente como para permitir la identificación del sexo por ecografía entre la 14 y 16 semanas.
Además el feto se mueve espontáneamente por primera vez, pero la madre generalmente no puede percibirlo.
Durante los meses 3ero, 4to y 5to, el crecimiento en longitud del feto es acelerado, pero es poco el aumento de peso.
§  5° mes:
Hacia final del quinto mes éste todavía no ha alcanzado los 500 gramos y su longitud vértice nalga es de 15 cm; aproximadamente  la mitad de la longitud del neonato.
La piel del feto es rojiza porque se ha tornado visible la sangre de los capilares y tiene aspecto arrugado por falta del tejido conectivo subyacente, está cubierta de un vello delicado, llamado lanugo y también son visibles las cejas y el cabello. Aparece el unto sebáceo o vérmix caseosa sobre la superficie cutánea, protegiendo la delicada piel del feto de maceración y endurecimiento que puede provocar el contacto con el líquido amniótico.
Los movimientos fetales suelen ser percibidos claramente por la madre durante esta etapa, además, al examen físico de la gestante se detectan los latidos cardíacos fetales.
§  6° mes:
Al final del segundo trimestre el feto es aún demasiado inmaduro para sobrevivir.
Durante el sexto mes, entre las 21 y 24 semanas, el feto está mejor proporcionado y experimenta un aumento importante del peso.
Es difícil la supervivencia, aún con cuidados intensivos debido a la inmadurez del aparato respiratorio, ya que la producción de surfactante pulmonar por los neumocitos II comienza a las 24 semanas.
Un feto nacido durante el 6to mes o en la primera mitad del 7mo tendrá gran dificultad para sobrevivir ya que, aunque puedan funcionar varios sistemas orgánicos, el aparato respiratorio y el SNC no han madurado lo suficiente y aún no se ha establecido la coordinación entre ambos.
§  7° mes:
 A partir de las 26 semanas sobrevive con cuidados intensivos, porque el grado de madurez pulmonar posibilita el intercambio de gases.
Además, el sistema nervioso central maduró hasta la etapa en que puede coordinar los movimientos respiratorios rítmicos y controlar la temperatura corporal.
La mortalidad generalmente se relaciona con peso fetal inferior a 2500 gramos.
§  8° mes:
El período fetal tardío se extiende entre las 28  y las  37 semanas.
Entre las semanas 28 y 29 el feto puede efectuar movimientos activos de succión en un intento de alimentarse.
Un niño nacido en esta etapa es viable porque los pulmones y los vasos pulmonares se han desarrollado lo suficiente para permitir el recambio de gases, además el sistema nervioso ha madurado hasta la etapa en la cual puede controlar la función respiratoria y, al término de la gestación, llevar a cabo otras funciones integradoras.
Generalmente los fetos masculinos tienen mayor peso y longitud que los femeninos.
Durante el tercer trimestre y especialmente los dos últimos meses de la gestación, el crecimiento interesa fundamentalmente a los tejidos subcutáneo y muscular.
§  9° mes:
Al final de este período la piel es rosada y lisa y los brazos y piernas tienen aspecto regordete.
Los caracteres sexuales son notables y los testículos deben estar en el escroto, ya que el descenso comienza entre las 28 y las 32 semanas. Por ello es normal que los varones nacidos prematuramente no presenten testículos en las bolsas escrotales.
Hacia el  final de esta etapa el feto es rollizo, desaparece el lanugo, excepto en la región escapular. El tórax se ensancha y crece la región infraumbilical.
Hacia el final de la vida intrauterina la piel está cubierta uniformemente por el unto sebáceo, sustancia grasosa blanquecina, constituida por  una mezcla de  productos de secreción de las glándulas sebáceas con células epiteliales descamadas.
Observen en este recién nacido el unto sebáceo que recubre su piel  y el pelo de la cabeza más grueso y largo que el lanugo, el cual comienza a desaparecer.
El cráneo tiene mayor circunferencia que cualquier otra parte del cuerpo, lo que es importante para su paso por el canal del parto.
El momento apropiado para que ocurra el nacimiento es entre las 37 y 42 semanas, considerando  que el feto está a término. En ocasiones el nacimiento ocurre antes de las 37 semanas, se dice entonces que es un nacimiento pretérmino.  
Cuando se produce después de las 42 semanas,  se considera postérmino.

MADURACIÓN FETAL
La madurez orgánica y tisular, se evidencia en la capacidad funcional progresiva del  feto para su adaptación a la vida extrauterina.
§  Maduración Respiratoria
La maduración se produce en todos los sistemas, pero la del sistema respiratorio es vital, por ser el pulmón un órgano crítico en la adaptación del feto a la vida postnatal.
§  Maduración Renal
La semana 34 representa el momento a partir del cual se considera  la función renal, con una madurez suficiente para adaptarse a las condiciones de vida fuera del claustro materno.
§  Maduración Digestiva
La maduración digestiva, comienza desde la semana 14 con los movimientos de deglución que efectúa el feto y al nacimiento se ha alcanzado un nivel de madurez de los sistemas enzimáticos necesarios para la digestión de la leche.
§  Maduración Nerviosa
La maduración del sistema nervioso es progresiva; desde los meses 3ero y 4to se establecen la mayor parte de los reflejos periféricos del feto, iniciándose las coordinaciones con los sistemas respiratorio y endocrino, necesarias para la supervivencia.
Sin embargo, algunas de las características morfofuncionales más importantes del SNC  no han culminado al momento del nacimiento, por ejemplo la mielinización de algunas vías principales no completan su formación hasta el año de vida.



Determinantes reguladores del crecimiento y desarrollo fetal
El desarrollo fetal se caracteriza por patrones secuenciales de  crecimiento y maduración orgánica; el mismo está influenciado por factores maternos, placentarios y fetales.
Cuando las condiciones son óptimas, estos factores regulan la capacidad potencial de crecimiento y maduración fetal y el resultado final, es un niño que nace a término en un parto fisiológico y con capacidad adecuada para adaptarse desde el punto de vista cardiopulmonar y metabólico a las condiciones que impone la vida extrauterina.
En otras ocasiones, cuando se afectan los determinantes del crecimiento, sean fetales, maternos o placentarios, el desarrollo del feto es inadecuado y al momento del nacimiento, sus posibilidades de adaptarse a la vida extrauterina están disminuidas; requiriendo en muchas ocasiones de apoyo médico para sobrevivir.

§  Factores maternos
La edad, siendo las edades extremas desfavorables al desarrollo fetal.
El estado nutricional materno, que se evalúa atendiendo al peso y a la talla. Es importante el seguimiento de la ganancia de peso en el curso del embarazo prestando especial atención a las gestantes bajo peso y a las obesas.
El estado de salud de la madre es un factor importante. La presencia tanto  de enfermedades crónicas como agudas afectan de una u otra forma el desarrollo del feto. Entre las crónicas se destacan la hipertensión, las cardiopatías, la epilepsia, la diabetes y otros trastornos endocrinos; entre las agudas tienen mayor incidencia las de causa infecciosa.
Los hábitos tóxicos como el tabaquismo, el consumo de alcohol, u otras drogas dejan su huella negativa en el feto, unos como el cigarro afectan el peso, otros producen malformaciones, como en el síndrome de alcohol fetal, que están observando en la imagen.
Los factores socioeconómicos deben ser valorados, teniendo en cuenta que el hombre es un ser biopsicosocial, si los mismos son adversos, propician en la madre la desnutrición, la promiscuidad y la adicción a drogas entre otros.
El embarazo precoz, la paridad y los períodos intergenésicos cortos también constituyen factores adversos a considerar.
   
§  Factores fetales
Los factores genéticos del feto determinan su desarrollo a favor de un producto sano con buena vitalidad o a la presencia de alteraciones específicas como es el caso de la trisomía 13 que están observando.
El sexo masculino por lo general presenta valores de peso y talla superiores al sexo femenino en los diferentes períodos del desarrollo.
Los embarazos gemelares tienen una tasa de mortalidad perinatal elevada, una tendencia al parto prematuro y generalmente los recién nacidos presentan talla y peso inferior a los nacidos de partos únicos, en muchos casos un gemelo tiene mayor tamaño que el otro.
El sistema endocrino fetal juega un importante papel en su diferenciación y crecimiento, por lo tanto alteraciones en este sistema, interfieren su desarrollo. 
Las infecciones que adquiera el feto pueden provocar retardo en el crecimiento, malformaciones congénitas y hasta la muerte.

§  Factores placentarios
El deterioro de la circulación placentaria reduce la capacidad de intercambio de nutrientes y gases y consecuentemente afecta el desarrollo del feto.
Alteraciones de la madre que modifican el flujo sanguíneo, como la hipotensión grave, la hipertensión, la diabetes y las nefropatías, interfieren en el intercambio placentario y en el normal crecimiento del feto. 
Las lesiones placentarias como infartos, hematomas retroplacentarios reducen el área total de intercambio de nutrientes.
En ocasiones la placenta se hace insuficiente para desempeñar todas sus funciones, si esta privación es prolongada y poco intensa el resultado es un retardo del crecimiento, pero si es de forma aguda e intensa, puede ocasionar la muerte del feto.
El seguimiento del grado de madurez placentaria en cada etapa es otro factor a considerar, pues su envejecimiento prematuro afecta su  funcionamiento.      

La presencia de determinantes adversos produce variaciones importantes en la longitud y el peso fetal que en ocasiones no se corresponden con la edad fetal calculada en semanas o meses.
Se considera que han sufrido retardo del crecimiento intrauterino los recién nacidos que se encuentren por debajo del peso esperado para su edad gestacional.
El crecimiento intrauterino retardado es un problema que se presenta con elevada frecuencia y provoca afectaciones que pueden restringir las capacidades funcionales del niño de manera severa y permanente.
Resulta importante tener en cuenta que las causas que provocan esta entidad, son disímiles y en su mayoría prevenibles. Puede diagnosticarse prenatalmente y la labor del médico comunitario tiene una importancia vital en el seguimiento de la embarazada con el objetivo de disminuir la incidencia de nacimiento de niños con un crecimiento intrauterino retardado.
Muchos de estos factores no solo afectan el crecimiento, sino que causan defectos congénitos, aspecto que estudiaremos a continuación.

Período fetal: Se extiende desde el inicio de la novena semana hasta el nacimiento.
Características generales:
o   Maduración de tejidos y órganos.
o   Rápido crecimiento del cuerpo.
o   Importante para la detección de los defectos congénitos.
o   Durante el tercero, cuarto y quinto mes el crecimiento en longitud es extraordinario.
o   En los 2 últimos meses de gestación es llamativo el incremento de peso del feto.
Es muy importante que en el estudio independiente uds profundicen en  los cambios del feto según los meses, teniendo en cuenta las características del crecimiento y los acontecimientos más significativos.
Enfatizar en la importancia de los determinantes reguladores del crecimiento y desarrollo fetal: maternos, fetales y placentarios y su influencia favorable o adversa. Destacando profundizar en estudio independiente las repercusiones adversas en el caso de recién nacidos pretérmino y con crecimiento intrauterino retardado.

DEFECTOS CONGÉNITOS
Aunque los términos de defectos, malformaciones y anomalías congénitas, se han utilizado indistintamente, actualmente se ha definido como defecto congénito los trastornos estructurales, de  la conducta, funcionales y  metabólicos que se encuentran presentes  en el momento del nacimiento.
La teratología es la ciencia que estudia estos trastornos y los teratógenos son los agentes que ocasionan los mismos.

  • Etiología de los defectos congénitos
Los defectos congénitos son de causa desconocida entre un 40 y un 60 % de los casos. Los factores genéticos, como las alteraciones cromosómicas y las mutaciones de genes representan alrededor del 15%; los factores ambientales  ocasionan  el 10% y una combinación de influencias genéticas y ambientales conocida como herencia multifactorial es la causa de un 20 a 25% de éstos.     
Los factores genéticos causantes de defectos congénitos se relacionan con aberraciones cromosómicas en las que pueden afectarse el número de cromosomas o la estructura de los mismos; también pueden deberse a mutaciones genéticas.
Los factores ambientales, intrauterinos y extrauterinos, son causantes de defectos congénitos y entre ellos se destacan los agentes mecánicos, como malformaciones y tumores del útero grávido, oligoamnios y bridas amnióticas.
Los agentes físicos como las radiaciones o la hipertermia.
Entre los factores biológicos encontramos determinados agentes infecciosos como Citomegalovirus, Toxoplasma, Treponema y el virus de la Rubéola,  que afectan a la madre y secundariamente al feto. En las imágenes se muestran malformaciones causadas por el virus de la Rubéola.
Entre los factores biológicos se encuentran también enfermedades maternas no infecciosas, como la diabetes mellitus, que pueden provocar malformaciones como la Sirenomelia que se muestra en la imagen.
Los agentes químicos son muy variados, los más frecuentes son: medicamentos como los anticonvulsivantes, antipsicóticos, ansiolíticos y drogas como el alcohol y la cocaína. Observen en la imagen la amelia unilateral de esta paciente expuesta prenatalmente a la talidomida.
Las hormonas como los progestágenos sintéticos con actividad androgénica pueden masculinizar los genitales femeninos.
Las carencias nutricionales  y la hipoxia también se consideran  relacionadas con el bajo peso.

  • Clasificación
Los defectos congénitos pueden ser clasificados de diversas formas:
Malformaciones congénitas, son defectos que se producen durante la organogénesis y su resultado puede ser la falta total o parcial de un órgano o de una región de mayor tamaño del cuerpo, o alteraciones en su morfología normal, que resulta de un proceso de desarrollo intrínsecamente anómalo.  
Las disrupciones son alteraciones morfológicas en un órgano, parte de un órgano o región de mayor tamaño del cuerpo que son consecuencia de una interrupción o interferencia extrínseca en un proceso de desarrollo inicialmente normal.
Los accidentes vasculares, que conducen a atresias intestinales y los defectos producidos por las bandas amnióticas son ejemplos de factores destructivos que producen disrupciones.
Las deformaciones se producen cuando una estructura ya formada recibe el efecto de una fuerza mecánica por un período de tiempo largo, lo cual produce cambios en su forma o posición.
Estas alteraciones con frecuencia afectan al sistema músculo esquelético y pueden ser reversibles en el período posnatal.
Un ejemplo de deformación es el pie varoequino, que puede producirse entre otras causas por compresión uterina asociada al oligohidramnios.
El riesgo de recurrencia para deformaciones es bajo, a menos que la causa persista como es el caso del útero bicorne.
Se considera síndrome malformativo a un grupo de anomalías que se presentan al mismo tiempo y tienen una causa específica en común.
Los pacientes que presentan estos síndromes tienen un gran parecido entre sí, ejemplo de ello son el síndrome de Turner y el de Down.

  • Principios básicos en la acción de los teratógenos
Los factores que determinan la capacidad de un agente para provocar defectos congénitos fueron definidos como los principios de la teratología. Estos principios básicos deben tenerse en cuenta al estimar la probabilidad de afectación en un embarazo y plantean que:
          La susceptibilidad a un agente teratógeno depende del genotipo del producto de la concepción y su interacción con el ambiente, así como del genotipo materno y su relación con el metabolismo de los fármacos y la resistencia a las infecciones.
          La susceptibilidad varía según la etapa en que se encuentre el desarrollo prenatal en el momento de la exposición.
          El período más sensible para que se produzcan malformaciones es de la tercera a la octava semana.
          Las manifestaciones de desarrollo anormal dependen de la dosis y el tiempo de exposición a un teratógeno.
          Los teratógenos actúan de manera  específica en un aspecto del metabolismo celular y los  tejidos en desarrollo para dar lugar a una embriogénesis anormal.
          Las manifestaciones de desarrollo anormal producto de la acción de los teratógenos son: retardo del crecimiento, malformaciones,  trastornos funcionales o la muerte.

§  Diagnóstico prenatal de los defectos congénitos
Existen diferentes procederes médicos para lograr una evaluación del crecimiento y desarrollo fetal que se sustentan en estimaciones clínicas y en diferentes exámenes que permiten el diagnóstico prenatal.
Las estimaciones clínicas se realizan en el curso de la consulta obstétrica y fueron los primeros utilizados en este campo.
El cálculo de edad gestacional a partir de la fecha de la última menstruación, la actividad fetal percibida por la madre o la palpación del médico fueron los primeros indicios para valorar el bienestar fetal.
Otros procederes empleados son la detección de los latidos cardíacos fetales primero por auscultación y después mediante monitores electrónicos y las mediciones obstétricas para evaluar el desarrollo fetal.
Entre los exámenes de diagnóstico prenatal se encuentran los que emplean técnicas invasivas y no invasivas. Sus indicaciones son muy variadas según el caso.

TECNOLOGÍA INVASIVA

          Amniocentesis.
           Embriofetoscopia.
           Amniografía y Fetografía.
           Biopsia de vellosidades  coriónicas.
            Cordocentesis.

TECNOLOGÍA NO INVASIVA

          Ultrasonografía.
          Alfafetoproteína.
          Resonancia Magnética Nuclear.
          Análisis de sangre materna y paterna.
          Monitorización de la frecuencia cardíaca fetal.

Con la ultrasonografía o ecografía, además de diagnosticarse el embarazo, es posible realizar mediciones como el diámetro biparietal, las circunferencias cefálica y abdominal y la longitud del fémur; información de gran utilidad para determinar la edad gestacional y evaluar el crecimiento del feto.
Es también posible la identificación del sexo y la visualización del latido cardiaco, así como la estimación del volumen de líquido amniótico.
Permite además visualizar la posición de la placenta, valorar su maduración, así como precisar las características del cordón umbilical.
Otra utilidad importante de esta técnica es el diagnóstico de malformaciones congénitas, observen en las imágenes ejemplos de malformaciones obtenidas por esta técnica y sus fotografías posteriores al nacimiento.

La alfafetoproteína es una glicoproteína  producida por el hígado fetal, llega a su pico más alto a las 14 semanas y pasa a la circulación materna a través de la placenta.
Cifras aumentadas de su concentración en el líquido amniótico o en el suero materno pueden estar relacionadas con un embarazo gemelar, con malformaciones congénitas como, los defectos del tubo neural, el onfalocele, la gastrosquisis, el teratoma sacrococcígeo y las atresias intestinales entre otras. En casos de insuficiencia placentaria también puede elevarse la alfafetoproteína.
En otras alteraciones sus concentraciones disminuyen, como en el síndrome de Down, en la trisomía 18, en las anomalías de los cromosomas sexuales y en las triploidías.

La amniocentesis, se realiza entre las 14 y 20  semanas de embarazo, donde se extrae una muestra de líquido amniótico, a través de una aguja introducida por vía transabdominal dentro de la cavidad amniótica con seguimiento ultrasonográfico.
Esta técnica es importante porque permite:
El cultivo de células  fetales para el análisis del cariotipo y diagnosticar cromosomopatías.
El diagnóstico del sexo fetal, en aquellas enfermedades ligadas al cromosoma X.
El estudios metabólicos o enzimáticos para el diagnóstico de errores congénitos del metabolismo y
La determinación de alfafetoproteína para el diagnóstico de algunas malformaciones congénitas.

La biopsia de vellosidades coriónicas consiste en extraer una pequeña muestra de tejido de las vellosidades del corion frondoso por vía transabdominal o transvaginal. Se realiza generalmente  entre las semanas 8 y 12 de embarazo.
Su importancia para el diagnóstico prenatal consiste en que permite determinar el cariotipo de las células coriónicas, que tienen la misma composición genética que el feto, por lo que con ellas se puede realizar el diagnóstico temprano de: Alteraciones cromosómicas numéricas y estructurales, y defectos genéticos ligados al cromosoma X, así como los errores congénitos del metabolismo.

Durante las últimas décadas se han puesto en marcha numerosas técnicas de terapia fetal, como:
o   El tratamiento médico de arritmias cardíacas, infecciones o función tiroidea comprometida por vía materna o directamente al feto.
o   Las transfunciones en caso de anemia fetal producida por anticuerpos maternos.
o   La cirugía que permite el acceso directo a órganos y cavidades del feto. Por ejemplo en las hidrocefalias o en enfermedad urinaria obstructiva como se muestra en la imagen, donde se están estableciendo aberturas externas de los uréteres hacia la vejiga fetal para evitar el daño renal.
o   La cirugía fetal también se ha usado en la reparación de hernias diafragmáticas congénitas, defectos del tubo neural, extracción de lesiones quísticas y adenomatosas del pulmón entre otras.  

Defectos congénitos, malformaciones congénitas y anomalías congénitas son términos que se utilizan indistintamente  para describir los trastornos estructurales, de la conducta, funcionales y metabólicos que ya se encuentran en el momento del nacimiento.
Teratología: Ciencia que estudia estos trastornos, por eso a los agentes causantes de defectos congénitos se les denomina teratógenos.
Resaltar que aproximadamente entre un 40 a 60 % de las malformaciones congénitas son de etiología (causa)  desconocidas. Entre otras posibles causas están: genéticas, ambientales y multifactoriales.
Destacar la acción de los agentes teratógenos y su relación con la aparición de malformaciones congénitas, teniendo en cuenta que pueden ser de naturaleza infecciosa, química, física, por enfermedades maternas, u otra situación, lo cual profundizarán en estudio independiente, auxiliándose en el cuadro 7-1 del Langman 9na edición, donde se resumen algunos teratógenos asociados a malformaciones humanas.
La interrelación entre el crecimiento embriofetal y placentario puede ser evaluado a través de diferentes procederes y medios diagnósticos, entre los más utilizados tenemos la ecografía o ecosonograma, la amniocentesis, la biopsia coriónica y la determinación de alfafetoproteína en el suero materno, que pueden llevar al diagnóstico de malformaciones, al asesoramiento genético de la pareja, a prevenir algunos trastornos neonatales y a acciones de terapia fetal.


CONCLUSIONES
·         Se hace un resumen generalizador de los principales aspectos tratados en la conferencia: (Se proyectan las Diapositivas de la 44 a la 48)
En la actividad de hoy abordamos el desarrollo y crecimiento fetal, así como las malformaciones congénitas y los medios del diagnóstico prenatal para favorecer el diagnóstico precoz de los defectos congénitos.
          El período fetal se extiende desde la novena semana de gestación hasta el nacimiento y se caracteriza por el rápido crecimiento del cuerpo y la maduración de los sistemas orgánicos; el crecimiento en longitud es notable del tercer al quinto mes, mientras que el aumento de peso es mayor en los dos últimos meses. 
          El crecimiento y  desarrollo fetal están determinados por factores maternos, fetales y placentarios.
          El feto es más viable mientras más cercano al término de la gestación se produzca el nacimiento.
          El período más susceptible a la acción de los diversos agentes teratógenos es el de organogénesis, aunque ningún período de la gestación está exento de riesgo. 

          La utilización de procederes médicos favorece el seguimiento y evaluación del desarrollo prenatal y el diagnóstico y tratamiento de algunas alteraciones fetales.
Periodo fetal normal y patológico, su evaluación. Reviewed by RabwinparaCristo on septiembre 14, 2017 Rating: 5

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